¿Qué es un diferencial leucocitario y por qué es importante?
Un diferencial leucocitario es un análisis de sangre que determina el porcentaje y la cantidad absoluta de los diferentes tipos de leucocitos (glóbulos blancos). Es importante porque ayuda a diagnosticar y monitorizar infecciones, enfermedades inflamatorias, inmunológicas y algunas condiciones hematológicas como la leucemia.
¿Cómo se interpreta un diferencial leucocitario?
Un diferencial leucocitario se interpreta analizando las proporciones de diferentes tipos de glóbulos blancos (neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos) en la sangre. Alteraciones en estas proporciones pueden indicar infecciones, inflamaciones, alergias o enfermedades autoinmunes. Los valores deben compararse con los rangos de referencia para identificar anomalías.
¿Cuáles son las causas de un resultado anormal en un diferencial leucocitario?
Las causas de un resultado anormal en un diferencial leucocitario pueden incluir infecciones, inflamaciones, alergias, enfermedades autoinmunes, leucemias y otras neoplasias hematológicas. También pueden verse alteraciones por estrés físico o emocional, el uso de ciertos medicamentos y trastornos de médula ósea.
¿Cómo se realiza un diferencial leucocitario?
Un diferencial leucocitario se realiza mediante el examen microscópico de una muestra de sangre tratada con tinciones específicas. Un técnico de laboratorio cuenta 100 leucocitos y clasifica cada célula en diferentes tipos: neutrófilos, eosinófilos, basófilos, linfocitos y monocitos, para determinar su proporción relativa.
¿Cuáles son los valores normales en un diferencial leucocitario?
Los valores normales en un diferencial leucocitario son: neutrófilos 40-75%, linfocitos 20-45%, monocitos 2-10%, eosinófilos 1-6%, y basófilos 0-1%.