¿Qué beneficios tiene el ejercicio resistido para la salud ósea?
El ejercicio resistido aumenta la densidad ósea, fortalece el tejido óseo y reduce el riesgo de fracturas y osteoporosis. Estimula la actividad de los osteoblastos, células formadoras de hueso, y mejora la resistencia y dureza del esqueleto, contribuyendo en general a una mejor salud ósea.
¿Cómo afecta el ejercicio resistido al crecimiento muscular?
El ejercicio resistido estimula el crecimiento muscular al causar microdesgarros en las fibras musculares, lo que activa procesos de reparación y adaptación mediante la síntesis de nuevas proteínas. Este proceso, conocido como hipertrofia, aumenta el tamaño y fuerza del músculo al mejorar la capacidad de las fibras para soportar cargas mayores.
¿Qué impacto tiene el ejercicio resistido en la pérdida de peso?
El ejercicio resistido contribuye a la pérdida de peso al aumentar la masa muscular, lo que incrementa la tasa metabólica basal y, por ende, la quema de calorías en reposo. Aunque el impacto directo en la reducción de peso puede ser menor que el ejercicio cardiovascular, mejora la composición corporal y tonificación.
¿Qué precauciones se deben tener al practicar ejercicio resistido para evitar lesiones?
Para evitar lesiones al practicar ejercicio resistido, se deben calentar adecuadamente los músculos, utilizar la técnica correcta, no sobrecargar el peso más allá de la capacidad personal y progresar gradualmente. Además, es esencial usar un equipo adecuado y descansar suficientemente entre sesiones.
¿Cuál es la diferencia entre el ejercicio resistido y el ejercicio aeróbico?
El ejercicio resistido se centra en aumentar la fuerza y masa muscular mediante el uso de resistencia externa, como pesas o bandas elásticas. En contraste, el ejercicio aeróbico mejora la resistencia cardiovascular mediante actividades que elevan el ritmo cardíaco, como correr o nadar, manteniéndolo elevado durante períodos prolongados.