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En este artículo repasamos la huella ecológica, su definición, los factores que afectan a la huella ecológica con algunos ejemplos, cómo medirla y la relación entre biocapacidad y huella ecológica.
Definición de Huella Ecológica
La suma de las superficies necesarias para que los ecosistemas produzcan recursos para el consumo humano es la huella ecológica.
Lahuella ecológica se mide por la superficie de tierra y agua productivas, que proporciona con éxito el número de recursos que consume una población y, absorbe la cantidad de residuos que la población libera. Los recursos incluyen
- Ganado
- Agua
- Materiales de construcción
- Alimentos de origen vegetal
- Peces
- Espacio vital
Fig. 1 Huella ecológica por países en el año 2007. Los países desarrollados (rojo oscuro) tienen una huella ecológica mayor que los países en desarrollo (más morados).
La sostenibilidad medioambiental describe el estado estable de una población en el que la demanda de recursos coincide con la producción de la masa de tierra productiva a la que tiene acceso la población.
Ejemplo de Huella Ecológica
Puedes imaginar la huella ecológica de una población como su cuenta bancaria medioambiental. La huella medirá la demanda de la población de recursos y residuos que libera, y la oferta de tierra biológicamente productiva en términos de provisión de recursos y absorción de residuos. He aquí un diagrama que muestra un ejemplo de la oferta de tierra biológicamente productiva y el desarrollo humano:
Al igual que un extracto bancario hace un seguimiento de los ingresos frente a los gastos, la contabilidad de la Huella Ecológica mide la demanda de una población del suministro de recursos y servicios de los ecosistemas naturales.
Por el lado de la demanda, la Huella Ecológica mide la demanda de un individuo o una población de alimentos y fibras vegetales, productos ganaderos y pesqueros, madera y otros productos forestales, espacio para infraestructuras urbanas y bosques para absorber sus emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles.
Por el lado de la oferta, la biocapacidad de una ciudad, estado o nación representa su superficie terrestre y marina biológicamente productiva, incluidas las tierras forestales, las tierras de pastoreo, las tierras de cultivo, los caladeros y las tierras edificadas.
Factores y ejemplos de la Huella Ecológica
Echemos un vistazo a los factores sociales y económicos que afectan a la huella ecológica, y a algunas de las implicaciones medioambientales de las decisiones que tomamos.
Infraestructuras
Los edificios que elegimos construir como civilizaciones y la forma en que nos alojamos tienen enormes repercusiones en nuestra huella ecológica. La demanda de más materiales exigirá la demolición de hábitats productivos y, a menudo, la reducción de las poblaciones productoras (deforestación de zonas arbóreas). Por tanto, los ecosistemas que prestan otros servicios se verán afectados y serán menos capaces de absorber residuos (emisiones de dióxido de carbono). Despejar espacio para el desarrollo urbano suele hacerse también a expensas de los hábitats productivos.
Ejemplos de hábitats productivos son los que proporcionan recursos a las poblaciones humanas. Por ejemplo, los bosques proporcionan madera y las zonas rocosas contendrán minerales metálicos y rocas fosfáticas.
Consumo de alimentos y agua
Diferentes poblaciones consumirán más recursos que otras. Esto es especialmente frecuente en los países desarrollados, donde las prácticas agrícolas eficientes y la producción en masa producen enormes cantidades de alimentos cada día. Compáralo con los países subdesarrollados (por ejemplo, en el África Subsahariana), donde los agricultores luchan por producir alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de los pueblos en los que la tecnología y la productividad de la tierra son bajas.
Una familia estadounidense media consume 552 galones de agua al día, frente a los 5 galones de una familia africana, sólo para dar una idea del sorprendente contraste entre el mundo en desarrollo y el industrializado.
Una agricultura adecuada
Los agroecosistemas están incluidos en las tierras productivas, pero unas prácticas agrícolas inadecuadas pueden reducir la biodiversidad circundante y dañar los ecosistemas acuáticos cercanos. La aplicación mal informada de pesticidas puede acabar con poblaciones de insectos que son básicos en el entorno e influir negativamente en sus congéneres, competidores y depredadores. El uso excesivo de fertilizantes puede hacer que los suelos se vuelvan excesivamente concentrados en nutrientes, permitiendo la potencial lixiviación tras las lluvias y la eutrofización de las masas de agua cercanas.
Los plaguicidas pueden afectar gravemente a la cadena alimentaria por bioacumulación (haciéndose prevalentes en los organismos vivos) y biomagnificación (haciéndose presentes en mayores cantidades en niveles tróficos superiores).
La eutrofización es la asfixia del oxígeno de las fuentes de agua. La sobrecarga de nutrientes provoca la proliferación de algas. Cuando las bacterias descomponen estas floraciones de algas, consumen el oxígeno del ecosistema.
La presencia de mariposas en los ecosistemas agrícolas es un bioindicador fiable de muchos factores, como la biodiversidad y la estabilidad medioambiental, así como de la reciente fragmentación antropogénica del hábitat y la urbanización. Las mariposas dependen de la presencia de plantas en su hábitat. Con un conocimiento básico de las relaciones mariposa-flora en las zonas agrícolas, las poblaciones de mariposas son análogas a determinadas poblaciones de plantas.
Energía
Aunque en las dos últimas décadas se han producido avances prometedores en las fuentes de energía renovables , son las fuentes no renovables las que dominan la producción de energía. Los combustibles fósiles (gas, carbón y petróleo) se utilizan en abundancia en la agricultura, la producción en masa, el transporte y la electricidad. Estos combustibles fósiles no sólo no son renovables y agotan los recursos, sino que también liberan residuos en forma de dióxido de carbono y otros subproductos peligrosos.
El carbón contiene azufre, por lo que su combustión incompleta liberará dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera. El dióxido de azufre es extremadamente peligroso porque puede reaccionar con el vapor de agua atmosférico y formar precipitaciones ácidas. El SO2puede iniciar radicales libres en la estratosfera que agotan la capa de ozono y permiten que llegue más radiación ultravioleta nociva a la superficie de la Tierra.
Las cocinas domésticas que utilizan carbón o madera liberan monóxido de carbono, que es tóxico, junto con otros compuestos nocivos.
Carrera armamentística económica
La mayoría de los países y civilizaciones compiten constantemente por ser los más poderosos. El poder normalmente viene de la mano de ser el más rico, producir la mayor cantidad de energía y tener las ciudades más grandes. Estos empeños no siempre tienen en cuenta las implicaciones medioambientales e implican:
- Quema de combustibles fósiles
- Prácticas agrícolas intensivas
- Latala de hábitats productivos para ganar espacio
Degradación medioambiental
Estos factores que hemos tratado tendrán un impacto sobre el medio ambiente la mayor parte del tiempo. La producción en masa, la energía, la agricultura, el transporte y la maquinaria pesada que interviene en la construcción de infraestructuras liberan gases de efecto invernadero. Estos GEI contribuyen al efecto invernadero y al calentamiento global. El calentamiento global ejerce presión sobre muchas zonas productivas de las que dependemos para obtener recursos. La agricultura se vuelve más difícil con temperaturas más cálidas (sobre todo en los trópicos). Los entornos más cálidos también provocan la migración de especies hacia el norte, lo que tiene consecuencias para ecosistemas enteros y su productividad de recursos.
Un ecosistema es una compleja red de relaciones interespecíficas en la que distintos organismos dependen unos de otros para sobrevivir. La dinámica depredador-presa, la competencia y las simbiosis son algunos de estos tipos de relaciones.
El efecto invernadero consiste en que los gases de efecto invernadero absorben la radiación infrarroja que se ha reflejado en la superficie de la Tierra y la reemiten hacia la superficie, lo que calienta el planeta.
Medidas de la Huella Ecológica
Existen diversas formas de medir la huella ecológica de una persona o población cuando se recogen datos sobre su estilo de vida y consumo. Por ejemplo, unas simples medidas de su consumo de carne, uso del agua, reciclaje, tipo de energía utilizada y modos de transporte pueden ayudar a obtener una estimación aproximada. Sin embargo, hay formas de ser más precisos en las mediciones de la huella, pero primero tenemos que familiarizarnos con la hectárea global.
Las hectáreasglobales son unidades que evalúan la biocapacidad de la Tierra. Describen la producción de todas las zonas biológicamente productivas del planeta (esto puede incluir bosques, zonas pesqueras y granjas) en un año determinado.
Recuerda que las zonas estériles improductivas, como los desiertos áridos y la tundra helada, pueden contener vastos ecosistemas, pero no son biológicamente productivas ni útiles para las poblaciones humanas, por lo que se descuentan en hectáreas globales.
He aquí un cálculo de la huella ecológica que se ha introducido en los últimos años.
EF = ΣTi/Yw xEQFi
Las variables son las siguientes
EF = Huella Ecológica en hectáreas globales
T = toneladas consumidas en un año por la población
i = producto investigado
Yw = rendimiento medio del producto investigado en todo el mundo
EQFi = factor de equivalencia del producto investigado
El rendimiento medio tiene en cuenta los distintos paisajes y productividades del producto en todo el planeta, mientras que los factores de equivalencia convierten la superficie investigada en un número adecuado de hectáreas globales.
Definición de biocapacidad
La biocapacidad de una zona concreta se refiere a la totalidad de la tierra y el agua biológicamente productivas disponibles. Puede incluir tierras de cultivo, pastizales, lugares de pesca, zonas arbóreas y tierras despejadas para el desarrollo humano. Una región que posea una gran biocapacidad podrá soportar las demandas de una población mayor y un consumo más elevado. La biocapacidad también se mide en hectáreas globales, por lo que se pueden hacer fácilmente comparaciones con la huella ecológica de una población.
Hay que tener en cuenta algunos límites importantes al considerar la biocapacidad:
La naturaleza finita de la inmensa mayoría de los recursos a los que tenemos acceso y de los que dependemos.
La población mundial, en constante expansión, exigirá más recursos.
La capacidad del medio ambiente para recuperarse de la interferencia humana.
La mayoría de los recursos que consumimos (combustibles fósiles, pescado, rocas fosfáticas) son finitos, por lo que cambiar a alternativas renovables es esencial para garantizar un futuro sostenible.
Relación entre biocapacidad y huella ecológica
Explorar la relación entre huella ecológica y biocapacidad es importante para comprender los pasos que hay que dar en la sociedad para garantizar que la trayectoria de nuestro planeta sea sostenible. Al comparar ambos valores en hectáreas globales, hay dos términos que debemos conocer.
Un excedente ecológico es una situación en la que la tierra biológicamente productiva produce más que los recursos y la absorción de residuos necesarios para mantener a la población de una zona determinada.
Un déficit ecológico es una situación en la que la demanda de recursos y residuos liberados supera la productividad y la tasa de absorción de la masa de tierra productiva.
Las mediciones de la biocapacidad y la huella ecológica a escala global, regional y local pueden ayudarnos a identificar las regiones problemáticas que carecen de recursos renovables y a poner en marcha iniciativas para reducir las presiones sobre la biocapacidad en estas zonas. Una biocapacidad media mundial es un objetivo común para mantener una huella ecológica menor, pero esto puede no ser siempre realista con la variedad de paisajes y condiciones que afectan a la productividad en todo el mundo.
Biocapacidad y huella ecológica - Puntos clave
- La huella ecológica mide el tamaño y la productividad de la superficie necesaria para proporcionar los recursos que demanda una población y absorber los residuos que libera.
- Muchos factores influyen en la huella ecológica, entre ellos el uso del suelo, la agricultura, el uso de la energía y el consumo.
- La biocapacidad es la productividad biológica de una región determinada. Las zonas biológicamente productivas incluyen las tierras de cultivo, los pastos, las regiones pesqueras y las tierras utilizadas para el desarrollo.
- Comparar la relación entre la huella ecológica de una población y la biocapacidad de la masa de tierra en la que vive puede indicarnos hasta qué punto es sostenible su trayectoria.
- Nuestro planeta se encuentra actualmente en déficit ecológico, lo que significa que la demanda de recursos supera con creces la oferta de tierras biológicamente productivas en la Tierra.
- Para reducir la degradación medioambiental debida a las emisiones, la contaminación y la explotación, los países deben reducir su huella ecológica (especialmente los países desarrollados).
Referencias
- Fig. 1 - Mapa mundial de países según su huella ecológica (2007) (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:World_map_of_countries_by_ecological_footprint_(2007).svg) de Jolly Janner, dominio público.
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