Friedrich Nietzsche

Biografía de Friedrich Nietzsche

La biografía de Friedrich Nietzsche comienza en Röcken, Alemania, el 15 de octubre de 1844. Desgraciadamente, en 1849, cuando Friedrich tenía cinco años, su padre, un devoto pastor luterano, falleció de una enfermedad cerebral. Para empeorar las cosas, su hermano murió 6 meses después a la edad de dos años.

Desde muy joven, Nietzsche mostró un gran intelecto y un gran interés por diversas materias, como la música, la teología, la filosofía y el lenguaje. Nietzsche aprendió latín, griego, hebreo y francés, compuso música, escribió poesía y fue un vigoroso lector.

Tras desplazarse varias veces de niño y destacar en la escuela, Nietzsche fue admitido en la Universidad de Bonn en 1864, donde comenzó sus estudios de teología y filología con la intención de convertirse en ministro. Sin embargo, Nietzsche se desengañó rápidamente de sus creencias religiosas y abandonó sus estudios de teología en favor de la filología.

Fig. 1, Retrato de Nietzsche, 1964

Tras licenciarse en filología en la Universidad de Bonn, a Nietzsche le ofrecieron una plaza de profesor titular de filología clásica en la Universidad de Basilea (Suiza) a la edad de 24 años. Trabajó en la universidad hasta 1879, fecha en la que se jubiló debido a problemas médicos que le habían aquejado toda su vida y que aumentaban en gravedad con la edad. En 1889 Nietzsche sufrió un colapso mental mientras se encontraba en Italia y nunca pudo recuperarse de él, quedaría al cuidado de su madre hasta la muerte de ésta y luego se haría cargo de él su hermana Elizabeth hasta que murió en agosto de 1900.

El existencialismo de Friedrich Nietzsche

A Friedrich Nietzsche y al filósofo danés Søren Kierkegaard se les atribuye en gran medida el inicio de la escuela del existencialismo dentro de la filosofía. El existencialismo, tal y como se formuló a mediados y finales del siglo XIX, nació de la rápida disminución de la creencia en la religión en toda Europa, concretamente en el cristianismo. Antes de adentrarnos en la discusión de Nietzsche sobre las cuestiones existenciales, debemos echar un vistazo a lo que es el existencialismo.

El existencialismo plantea preguntas como: ¿hay un propósito en la vida? ¿Hay algún sentido en el universo? ¿Existe Dios? Una respuesta existencial a las dos primeras preguntas sería un rotundo no. Para el existencialismo, la vida carece de cualquier propósito preestablecido, no hay un destino ni una razón mayor para la existencia incorporada al universo. En lugar de ello, tenemos que crearnos un propósito y un significado.

Friedrich Nietzsche y la religión

FriedrichNietzsche tiene opiniones muy firmes sobre la religión. Si pensamos en las tres preguntas que nos hemos planteado antes: ¿hay un propósito en la vida? ¿Hay algún sentido en el universo? ¿Existe Dios ?

Para la tercera pregunta, ¿existe Dios?, las respuestas varían mucho en el existencialismo, porque permite la existencia o inexistencia de Dios. Para Søren Kierkegaard, el cristianismo era la mejor forma de responder a estas preguntas, pero para Nietzsche;

Esta cita pertenece a Humano, demasiado humano, una de las primeras obras importantes de Nietzsche, e indica claramente un enorme problema que se está instalando en la cultura occidental. Nietzsche no era partidario del cristianismo y gran parte de su obra pone al cristianismo (y a la religión en general) en su punto de mira. Sin embargo, Nietzsche no lo hizo simplemente porque le disgustara la religión, sino porque veía venir en el futuro una gran conmoción cultural provocada por la erosión de la verdad religiosa en favor de la verdad científica por parte de la Ilustración.

La cita anterior refleja el temor de Nietzsche; fíjate en que el tono y la redacción no son festivos, sino preocupados y graves. La "muerte de Dios" significaba también la muerte del sentido, de la finalidad, de la moral cristiana (que a Nietzsche le disgustaba enormemente) y de una historia para comprender a la humanidad y sus acciones. La rápida reducción de la verdad religiosa en favor de la verdad científica significó que la gente tuvo que aceptar la verdad científica, que según Nietsche es fundamentalmente incapaz de proporcionar la misma seguridad psicológica que la verdad religiosa.

Fig. 1, La portada de Así habló Zaratustra

La segunda respuesta a un universo sin sentido incorporado y destinado a la muerte es algo conocido como nihilismo.

Nihilismo

Antes de entrar en la discusión sobre Nietzsche y el nihilismo, empecemos con una definición básica del término.

No es raro oír asociar el nombre de Nietzsche con el nihilismo o incluso afirmar que el propio Nietzsche era nihilista, pero no es así. La obra de Nietzsche es, en muchos sentidos, un antídoto contra el nihilismo, ya que pensaba que el nihilismo era la dirección en la que se dirigía todo Occidente. Cuando la religión empezó a resquebrajarse y a dar paso a la verdad científica, Nietzsche argumentó que toda la civilización se vería abocada a una visión nihilista del mundo y escribió para un futuro que se enfrentaba a esta crisis de sentido y buscaba respuestas. Señala específicamente que su obra estaba destinada a las generaciones futuras y no a la suya propia, que creía que no le comprendería.

Nietzsche acoge el nihilismo sólo en la medida en que es un terreno fértil para la creación de sentido y argumenta a sus lectores que, en lugar de crear nuevos dioses, deberían crear nuevos valores basados en el mundo real. Nietzsche no veía ningún sentido en crear un sistema de moral y valores basado en un Dios o en algo que no está en la Tierra. Para él, la humanidad siempre dio lo mejor de sí misma al servicio de los dioses y de la religión, en lugar de dar lo mejor a la humanidad y a la mejora del ser humano.

Sugirió además que el sufrimiento que surgirá de esta crisis existencial de la sociedad debería ser aceptado y celebrado. Nietzsche reconoció que una vida vacía de sentido no sólo conducía al sufrimiento, que habría que abrazar y transformar en otra cosa, sino que los humanos encontrarían cosas nuevas con las que sustituir a Dios:

Para Nietzsche, esta sombra en la pared era el Estado y en la siguiente sección exploraremos, a través de las propias palabras de Nietzsche, lo que quería decir con esto.

Citas de Friedrich Nietzsche

Nietzsche tenía una visión increíblemente pesimista del Estado y también estaba muy en desacuerdo con las ideas de los teóricos del contrato social, que sostenían que el Estado llegó a existir mediante una especie de contrato entre los gobernados y los gobernantes.

En esta cita, Nietzsche sostiene que fue un acto de violencia de unos pocos contra un pueblo no organizado lo que dio origen al Estado. Para Nietzsche, unos pocos fuertes sin ningún obstáculo pueden subyugar a toda una población contra su voluntad, como ocurrió con Alemania sólo 30 años después de su muerte.

Esta cita refleja la opinión de Nietzsche de que el estado creará personas a su imagen, como hizo la religión a lo largo de la historia. Cuando dice "Yo, el Estado, soy el pueblo" está diciendo que el Estado se ve a sí mismo como una representación del pueblo.

Aquí Nietzsche está señalando que si el individuo obedece al Estado como el individuo obedece a Dios, el Estado le dará algo a cambio. Mientras que la religión suele ofrecer alguna forma de existencia eterna en el cielo, el Estado ofrece algún tipo de estilo de vida o un sueño utópico. La Alemania nazi es un gran ejemplo de esto, a cambio de la obediencia total al estado nazi, el estado proporcionaría una nueva forma de existencia, una vida perfecta sin parangón, pero sólo una vez que se cumplieran ciertas condiciones por las que el pueblo tenía que trabajar.

Fig. 3, Friedrich Nietzsche hacia el final de su vida tras su crisis mental