Esta es una pequeña imagen del multiculturalismo cosmopolita. Tú y tus amigos sois todos iguales, todos queréis reuniros y todos necesitáis comer. También sois todos diferentes, pero tenéis el conocimiento y el respeto necesarios para idear una solución que os permita a todos socializar juntos respetando esas diferencias.
Así que vamos a explorar el multiculturalismo cosmopolita un poco más a fondo. Aquí aprenderemos qué significa y cómo se ha teorizado. También veremos las características del multiculturalismo cosmopolita, los debates en torno a la identidad y los derechos, y el punto de encuentro entre cosmopolitismo y multiculturalismo.
Significado del multiculturalismo cosmopolita
Para entender lo que entendemos por multiculturalismo cosmopolita, veamos primero el significado de las dos palabras por separado.
El cosmopolitismo sostiene que todos los seres humanos forman parte de una única comunidad. Las sociedades cosmopolitas están llenas de personas de distintas culturas y partes del mundo. Los ciudadanos cosmopolitas construyen su cultura a partir de elementos de diversas expresiones culturales que se encuentran en las sociedades cosmopolitas. Los ciudadanos cosmopolitas suelen identificarse como ciudadanos de una comunidad global.
Multiculturalismo es sinónimo de pluralismo étnico o cultural. Significa que muchas etnias y culturas conviven y encuentran formas de coexistir pacíficamente sin perder la identidad específica de la comunidad. El multiculturalismo implica que ninguna cultura debe diluirse como resultado de la coexistencia.
Si fusionamos estos dos conceptos, llegamos a la definición de multiculturalismo cosmopolita.
El multiculturalismo cosmopolita es la idea de una comunidad global que se une y acepta las diferencias y las distintas perspectivas culturales para resolver problemas comunes.
Teoría del multiculturalismo cosmopolita
Uno de los principales teóricos del multiculturalismo cosmopolita es Jeremy Waldron. En su libro Minority Cultures and the Cosmopolitan Alternative (Las culturas minoritarias y la alternativa cosmopolita, 1992), analiza los argumentos a favor del cosmopolitismo y la protección de las culturas minoritarias. Pinta un cuadro en el que ambas perspectivas pueden en realidad reforzarse mutuamente a pesar de ser potencialmente opuestas. Sus obras son lo que gran parte de la teoría del multiculturalismo cosmopolita.
Cosmopolitismo y culturas minoritarias
Waldron señala que el cosmopolitismo, el individualismo y la pertenencia a una cultura minoritaria, que queremos proteger y defender, no son hechos naturales. Más bien, son conceptos abstractos creados y desarrollados por las comunidades; por tanto, pueden cambiar y remodelarse. El multiculturalismo cosmopolita utiliza el proceso de creación de identidad para desarrollar un sentimiento compartido de pertenencia dentro de una sociedad basada en el respeto a las diferencias culturales.
El individualismo es la corriente de pensamiento que da prioridad a las necesidades del individuo sobre las de la comunidad. En este contexto, apoya el cosmopolitismo, ya que el individuo se define a sí mismo no en relación con su comunidad de origen. En su lugar, es un "ciudadano del mundo" cuya individualidad se define a través de sus propias experiencias específicas y cuya experiencia cotidiana se compone de interacciones con estructuras globales como el comercio y la comunicación.
Waldron cuestiona la suposición de que cada uno de estos conceptos pueda existir de forma realista excluyéndose mutuamente.
El hecho de que las comunidades aborígenes o las sectas religiosas estrictas quieran proteger su modo de vida diferenciado, no significa que puedan sobrevivir de forma realista independientemente del resto del mundo. O que no tengan nada en común con ninguna otra secta de la sociedad.
El sentido del yo y los valores
Waldron explora el origen de los valores individuales utilizando el trabajo del filósofo Will Kymlicka1. Kymlicka sostiene que, para disfrutar de la variedad de estilos de vida que ofrece el cosmopolitismo, necesitamos estar emocionalmente arraigados en el tipo de fuerte red de seguridad emocional que ofrece una cultura concreta.
Kymlicka también señala que, por lo general, los individuos no parten de cero para saber lo que está bien y lo que está mal. Se basan en marcos éticos predeterminados que se han probado a lo largo del tiempo dentro de culturas específicas. Va un paso más allá al afirmar que, para que podamos elegir un modo de vida entre la miríada de opciones que ofrece el cosmopolitismo, elegimos uno que resuene con nosotros debido a nuestro propio bagaje cultural.
Las fábulas y los mitos que leemos y aprendemos mientras crecemos, establecen marcos morales que podemos utilizar y en los que podemos confiar en la vida posterior a la hora de tomar decisiones sobre cómo vivir.
Waldron responde a esta idea destacando que las culturas se han entremezclado durante milenios, por lo que puede resultar difícil distinguir de dónde proceden determinadas lecciones morales.
Puede que hayas oído hablar del cuento de hadas de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel. Sea cual sea tu origen étnico o cultural, es posible que este cuento te haya impresionado. Que seas alemán, como los hermanos Grimm, o incluso europeo, no importa. Lo que importa es el significado que tu cultura da a los acontecimientos del cuento.
Fig. 1 Hansel y Gretel de los hermanos Grimm
Waldron cuestiona la suposición de que pertenecer a una comunidad minoritaria sea necesariamente suficiente para satisfacer la necesidad de sentido y autorrealización de un individuo.
Si entendiéramos el sentido del yo desde una perspectiva cosmopolita, veríamos rápidamente que cada persona ha absorbido influencias diferentes. Por ello, de vez en cuando tendrán conflictos internos. Pero estos conflictos pueden ser una forma de desarrollar la flexibilidad individual necesaria para existir en una sociedad cosmopolita y responder a ella adecuadamente.
Pureza cultural y elección
Waldron también cuestiona la idea de elección de Kymlicka. Lo hace señalando que sólo se puede hacer una verdadera elección cuando uno se enfrenta a opciones. Las opciones auténticas sólo pueden provenir de una sociedad cosmopolita en la que se fusionen diferentes culturas. El riesgo potencial que supone el cosmopolitismo para las comunidades tradicionales es la pérdida de pureza. Sin embargo, esto sólo es algo negativo si nuestra comprensión de la cultura es algo estático y fijo, que, por supuesto, no lo es.
Las sociedades tradicionales tienen una concepción bastante estricta de los roles de género. Elegir realmente cumplir estas normas significa estar expuesto a las concepciones más flexibles y dinámicas de lo que es ser hombre, mujer o no binario, y elegir la concepción tradicional. No haber estado nunca expuestos a la alternativa, que significa cuestionar y potencialmente dejar atrás las tradiciones, no nos habría permitido hacer una verdadera elección.
Waldron argumenta además que intentar "preservar" una cultura impide que evolucione mediante el intercambio de ideas que inevitablemente se produce cuando se encuentran culturas diferentes.
Diferencias multiculturales cosmopolitas
Las perspectivas cosmopolita y multiculturalista sobre la formación de la identidad individual hacen que ambos enfoques entren potencialmente en conflicto. Por ello, existen algunas diferencias entre el cosmopolitismo y el multiculturalismo.
El multiculturalismo da prioridad a un enfoque comunitario.
El comun itarismo define la identidad de un individuo basándose en su conexión con su comunidad y en cómo ésta influye en él y lo moldea. El comunitarismo da menos espacio a la autoexpresión y la identidad individuales.
En consecuencia, el multiculturalismo se centra en las políticas de identidad, el respeto y el reconocimiento de las diferencias culturales y, cuando es necesario, trata de reparar las injusticias del pasado.
Las políticas de identidad son agendas políticas basadas en características individuales como la etnia, el género y la orientación sexual, la clase social o la afiliación religiosa.
El cosmopolitismo, en cambio, se centra en el universalismo moral y en la creación de un sistema social unificado. Existen desacuerdos entre los pensadores cosmopolitas sobre cómo lograr este sistema.
Por ejemplo, algunos pensadores cosmopolitas sugieren promover normas morales universales y un Estado que abarque todo el mundo. Otros apoyan la idea de una estructura más laxa y voluntaria de gobierno mundial.
El universalismo moral es la postura que sostiene que algunos principios éticos se aplican a todas las personas, independientemente de esas mismas características de las que surgen las políticas identitarias.
El multiculturalismo cosmopolita intenta equilibrar estos dos enfoques. Entiende la identidad individual como algo dinámico, capaz de cambiar y adaptarse con el tiempo, según la base comunitaria de origen y las influencias cosmopolitas a las que esté expuesta.
Características del Multiculturalismo Cosmopolita
Las políticas de cualquier país que intenten adoptar tanto el cosmopolitismo como el multiculturalismo deben tener una increíble conciencia cultural. Esto se debe a que considerar cualquiera de estas dos filosofías sin tener en cuenta la otra puede dar lugar a peligrosos conflictos.
Dar prioridad a las culturas minoritarias puede poner de relieve las diferencias culturales y alimentar políticas divisorias del tipo "nosotros y ellos". Mientras que el Cosmopolitismo, llevado al extremo, puede hacer que las culturas minoritarias se sientan diluidas y amenazadas.
Por lo tanto, las sociedades multiculturales cosmopolitas deben garantizar la representación política de todos los grupos minoritarios lo más arriba posible en la estructura política.
Para combatir las posibles divisiones entre grupos individuales, el sistema educativo tendría que incluir diferentes historias y perspectivas culturales y cómo encajan en un sistema cosmopolita.
Por último, habría que animar a los grupos consultivos de base a participar en la toma de decisiones del gobierno para garantizar una coexistencia pacífica.
Fig. 2 Niños multiculturales
Derechos del multiculturalismo cosmopolita
Para defender los derechos de todos en las sociedades multiculturales cosmopolitas, los órganos legislativos nacionales e internacionales tienen que tener en cuenta tanto los principios universales como los derechos de las minorías.
Tras las atrocidades que el mundo presenció durante la II Guerra Mundial, varios países se unieron para crear las Naciones Unidas. Uno de los primeros documentos adoptados por esta nueva agrupación de naciones fue la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). La Declaración encarna la idea del universalismo moral, ya que enuncia 30 derechos y libertades que pertenecen a todos y no pueden negarse a nadie.
Consulta nuestra explicación sobre las Naciones Unidas.
Aunque la DUDH no es jurídicamente vinculante, la protección de los derechos y libertades mencionados se ha incorporado a los ordenamientos jurídicos de muchos países.
Por otra parte, la ONU también adoptó un tratado que incluye el derecho a perseguir la propia cultura (minoritaria). Se trata del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. El artículo 27 establece:
En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se negará a las personas que pertenezcan a dichas minorías el derecho que les corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propia lengua."
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos es un tratado multilateral adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1966. Compromete a todas las partes que lo ratifiquen a respetar los derechos civiles y políticos. Éstos incluyen el derecho a la vida, los derechos electorales y el derecho al debido proceso, la libertad de expresión, de reunión y de religión, entre otros.
Fig. 3 Miembros del PIDCP: Verde oscuro - firmado y ratificado Verde claro - firmado, pero no ratificado Naranja - firmado, ratificado pero ha declarado que desea abandonar el pacto.
Resulta crucial el hecho de que una organización tan cosmopolita como la ONU proteja este derecho, ya que representa cómo el cosmopolitismo puede beneficiar al multiculturalismo. Sin embargo, para que el cosmopolitismo funcione, necesita las opiniones polifacéticas generadas por la multitud de culturas que componen la sociedad contemporánea.
Multiculturalismo cosmopolita - Puntos clave
- El multiculturalismo cosmopolita es la idea de una comunidad global que se une y acepta las diferencias y las distintas perspectivas culturales para resolver problemas comunes.
- El cosmopolitismo y el multiculturalismo son potencialmente conflictivos en sus planteamientos sobre la identidad individual, pero también pueden reforzarse mutuamente.
- Las teorías del multiculturalismo cosmopolita plantean cuestiones sobre cómo definir el yo, de dónde obtenemos nuestros valores y el significado o la elección real.
- La principal diferencia entre cosmopolitismo y multiculturalismo estriba en cómo ven el comunitarismo y el universalismo moral.
- Las políticas de las sociedades multiculturales cosmopolitas tienen que equilibrar cuidadosamente los intereses de todos para evitar conflictos.
- La ONU ha promovido tanto los derechos individuales como el derecho a perseguir la propia cultura minoritaria.
Referencias
- Will Kymlicka Liberalismo Comunidad y Cultura 1989
- Fig. 3 Miembros del PIDCP Verde oscuro - firmado y ratificado Verde claro - firmado, pero no ratificado Naranja - firmado, ratificado pero ha declarado que desea abandonar el pacto (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:ICCPR-members2.PNG) by Dudeman5685 (https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=User:Dudeman5685&action=edit&redlink=1) licenced by CC-BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)on Wikimedia Commons
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