¿Cuáles son los principales enfoques de la teoría de la pena en el derecho penal?
Los principales enfoques de la teoría de la pena son el retributivo, el preventivo general, el preventivo especial y el resocializador. El enfoque retributivo busca castigar al infractor por el mal causado. El preventivo general pretende disuadir a la sociedad de cometer delitos, mientras que el preventivo especial se centra en evitar la reincidencia del delincuente. Finalmente, el enfoque resocializador busca la reintegración del delincuente en la sociedad.
¿Cuál es la función de la teoría de la pena en el sistema de justicia penal?
La función de la teoría de la pena en el sistema de justicia penal es proporcionar un marco conceptual para justificar la imposición de sanciones. Busca equilibrar la prevención del delito, la retribución, la rehabilitación del infractor y la protección de la sociedad, garantizando que las penas sean proporcionales y justas.
¿Qué principios éticos subyacen a la teoría de la pena?
Los principios éticos que subyacen a la teoría de la pena incluyen la retribución, destinada a castigar proporcionalmente al delincuente; la prevención, para disuadir futuros delitos; la rehabilitación, buscando la reintegración del infractor; y la protección social, asegurando la seguridad de la comunidad. Estos principios buscan equilibrar justicia, utilidad y corrección.
¿Cómo ha evolucionado la teoría de la pena a lo largo de la historia del derecho penal?
La teoría de la pena ha evolucionado desde enfoques retributivos y vengativos en la antigüedad, pasando por la prevención general y especial en el siglo XVIII, hasta modelos resocializadores en el siglo XX. Actualmente, se busca un equilibrio entre prevención, disuasión y rehabilitación, respetando derechos humanos y principios de proporcionalidad.
¿Cuál es la relación entre la teoría de la pena y los derechos humanos?
La relación radica en que la teoría de la pena debe respetar los derechos humanos, garantizando que las sanciones sean proporcionales, no crueles ni degradantes. Las penas deben cumplir con fines legítimos como la retribución, rehabilitación y prevención, evitando violar la dignidad, libertad y justicia fundamentales del individuo.