¿Cuáles son los principios básicos de la teoría de la prevención situacional?
Los principios básicos de la teoría de la prevención situacional son el aumento del esfuerzo para cometer el delito, el aumento de los riesgos asociados, la reducción de las recompensas, la eliminación de las excusas para delinquir y la inducción de culpa o vergüenza en el potencial delincuente. Estos principios buscan modificar el entorno para disuadir la actividad delictiva.
¿Cómo se aplica la teoría de la prevención situacional en la seguridad urbana?
La teoría de la prevención situacional se aplica en la seguridad urbana al modificar el entorno para reducir oportunidades delictivas, mediante estrategias como mejorar la iluminación, aumentar la vigilancia, diseñar espacios que faciliten el control social y reducir la accesibilidad a posibles objetivos delictivos. Estas medidas buscan disuadir y dificultar la comisión de delitos.
¿Cómo influye la teoría de la prevención situacional en el diseño arquitectónico de espacios públicos?
La teoría de la prevención situacional influye en el diseño arquitectónico de espacios públicos al promover la implementación de medidas físicas y ambientales que disuadan el delito. Diseñadores incorporan iluminación adecuada, visibilidad maximizada, control de accesos y barreras físicas que aumentan la vigilancia natural y reducen oportunidades delictivas.
¿Qué críticas recibe la teoría de la prevención situacional en el ámbito criminológico?
La teoría de la prevención situacional es criticada por su enfoque restringido al entorno inmediato del delito, sin abordar factores sociales o psicológicos subyacentes. Se cuestiona su capacidad para reducir las tasas de criminalidad a largo plazo y su potencial para desplazar el delito a otras áreas o métodos.
¿Cuáles son las diferencias entre la teoría de la prevención situacional y otras teorías criminológicas?
La teoría de la prevención situacional se enfoca en reducir oportunidades delictivas modificando el entorno inmediato, mientras que otras teorías, como la teoría del control social o la teoría de la tensión, se centran en factores sociales, individuales o psicológicos que conducen al delito. La prevención situacional prioriza intervenciones prácticas y específicas, no cambios en el individuo.