Propiedad Pública

La propiedad pública: Significado

Cuando un gobierno adquiere activos como maquinaria, fábricas, ferrocarriles u otros, este proceso se denomina nacionalización. Las industrias de propiedad "pública" o estatal se denominan industrias nacionalizadas.

Veamos un ejemplo del Reino Unido.

En aquella época, y en cierta medida también hoy, la propiedad pública se consideraba un método para regular el problema de los monopolios. Demasiadas empresas estaban adquiriendo demasiado control y se estaban convirtiendo en los únicos agentes económicos dominantes en sus industrias.

Propiedad pública frente a propiedad privada

Cuando una empresa es de propiedad privada, no cotiza en bolsa. Esto significa que la empresa no tendrá una estructura accionarial (que sí tendría si fuera pública) que le permita recaudar fondos y más capital. Ejemplos de empresas privadas son las pequeñas empresas familiares y otras PYMES.

La diferencia entre la propiedad pública y la privada radica en el tipo de incentivos y externalidades. La propiedad privada se guía por el beneficio, mientras que en la propiedad pública, el incentivo es que los trabajadores se sientan parte de la empresa. El gobierno tendrá cuidado con el tipo de externalidades que tiene una empresa, mientras que una empresa privada puede ignorar el coste externo y el impacto que tiene su empresa.

Ejemplos de propiedad pública

Aunque hay muchos ejemplos del proceso de propiedad pública, vamos a ver dos ejemplos de cuando el gobierno del Reino Unido decidió nacionalizar algunas de sus industrias clave.

Ha habido ocasiones en las que el Reino Unido nacionalizó temporalmente algunas de sus industrias.

Un caso fue el del sector bancario a raíz de la crisis financiera de 2008. En este caso, bajo el gobierno laborista de Gordon Brown, se nacionalizaron parcialmente bancos como Lloyds, HBOS y RBS por considerarlos demasiado importantes para que se hundieran. Si había bancos en peligro de quiebra, se nacionalizaron o se fusionaron con otros bancos para sostener y continuar las operaciones.

La intención del gobierno era volver a vender estos bancos al sector privado una vez que alcanzaran una posición financieramente estable y viable.

Una mina de carbón en la década de 1900, Wikimedia Commons.

El segundo ejemplo fue la industria del carbón tras la Segunda Guerra Mundial. Bajo el mandato de Clement Attlee, la industria del carbón fue nacionalizada, cuando al menos 800 minas de carbón pasaron a ser propiedad del gobierno. Esto llevó posteriormente a la creación de la Junta Nacional del Carbón, que supervisaría las operaciones.

Por último, un tercer ejemplo es la nacionalización de los Ferrocarriles de la Costa Este en 2010. Esta línea ferroviaria principal que conecta Londres con Edimburgo fue nacionalizada y luego privatizada de nuevo en 2015.

Los ferrocarriles son un ejemplo especial en el Reino Unido. El país tiene un historial de nacionalización del sector bajo gobiernos laboristas y de privatización posterior bajo gobiernos conservadores.

Ventajas de la propiedad pública

Algunas de las ventajas de la propiedad pública son la limitación de los abusos monopolísticos, el retorno de los beneficios a los contribuyentes, la prioridad del largo plazo sobre el corto plazo, la mejora de las condiciones laborales y las externalidades positivas.

Limitar el abuso monopolístico

Quizá una de las principales ventajas de la propiedad pública es que limita a las empresas a la hora de utilizar su poder monopolístico para abusar de los consumidores en materia de precios. Esto es especialmente cierto en los monopolios naturales con una sola empresa, en los que es difícil que entren nuevas empresas en el mercado. Esto se debe a que es difícil ampliar la producción en tales industrias: piensa en lo difícil que es construir una red de suministro eléctrico. La propiedad pública puede ampliar estas industrias sin perjudicar a los consumidores.

Los beneficios vuelven a los contribuyentes

El dinero del gobierno para financiar la inversión en empresas e industrias de propiedad pública procede de los contribuyentes.

El beneficio de estas empresas vuelve al gobierno, que lo invierte en otras infraestructuras públicas como ferrocarriles, escuelas u hospitales. De este modo, obtienes un rendimiento indirecto del dinero de tus impuestos. En cambio, si la empresa fuera privada, el beneficio se repartiría entre los accionistas.

Priorizar el largo plazo sobre el corto plazo

Las empresas estatales tienden a centrarse más en los beneficios a largo plazo que las empresas de propiedad privada. Las empresas estatales estarán dispuestas a incurrir en algunos costes a corto plazo con tal de obtener más beneficios en el futuro.

Además, el gobierno también considerará maximizar el beneficio de los consumidores. Por otro lado, las empresas privadas se centrarán en maximizar los beneficios a largo plazo. Esto se debe a que necesitan contentar constantemente a sus accionistas. De lo contrario, la empresa tendrá problemas financieros.

Mejores condiciones laborales

Es más probable que las personas que trabajan en una empresa estatal disfruten de más beneficios que las que trabajan en una empresa privada. Esto es especialmente cierto en el caso del trabajo no cualificado que una empresa con ánimo de lucro podría sustituir fácilmente.

Externalidades positivas

Cuando el gobierno es propietario del sistema ferroviario, puede reducir el precio del billete aunque ello signifique que no obtiene ningún beneficio. El motivo es incentivar a la gente a utilizar el transporte público para reducir la contaminación. Sin embargo, éste no es el caso de una empresa de propiedad privada.

Desventajas de la propiedad pública

Aunque la nacionalización y la incorporación de activos a la propiedad pública pueden tener ventajas, también existen algunos inconvenientes. Por ejemplo, el aumento de la deuda pública, la ausencia de competencia, menos ingresos, menos inversiones e ineficiencias.

Aumento de la deuda pública

A menudo, mantener empresas estatales conlleva muchos costes. Esto es especialmente cierto si el proceso de producción se vuelve ineficaz y el gobierno está dispuesto a renunciar a algunos beneficios a cambio de otras ventajas. Esto contribuye a un aumento del gasto público financiado por la deuda que el gobierno tendrá que pagar en el futuro.

Sin competencia

La competencia y los beneficios de la competencia tendrán que negociarse cuando el gobierno sea propietario de una empresa. Eso significa que no habrá otras empresas buscando constantemente mejorar sus productos y compitiendo entre sí por la captación de clientes, lo que a su vez conduce a la innovación.

Menos ingresos

Las empresas de propiedad privada tienen el incentivo de generar una gran cantidad de ingresos rápidamente. Estos ingresos podrían utilizarse para financiar otros proyectos que beneficiaran a los clientes. Sin embargo, éste no es el caso de la propiedad pública.

Menos inversión

Los activos nacionalizados, como los ferrocarriles, tendrán un margen limitado de inversión y modernización a largo plazo. A largo plazo, los gobiernos intentarán equilibrar sus presupuestos para cumplir los deberes de inversión en otros factores como la educación, la sanidad y las infraestructuras.

Ineficiencias

También existen posibilidades de interferencias políticas, sociales y económicas que pueden hacer que las operaciones de ese determinado activo, como los ferrocarriles o las minas de carbón, sean ineficaces e ineficientes. Esto complica la gestión global.