Transferencias en especie

Transferencias en especie Pobreza

Las transferencias en especie del gobierno a sus ciudadanos se utilizan a menudo para aliviar la pobreza elevando el nivel de vida de las personas. Sin embargo, hay quien se opone a las transferencias en especie y está a favor de las transferencias en metálico para quienes sufren pobreza o desempleo. Las transferencias en especie implican que el gobierno sabe lo que el beneficiario necesitará más para mejorar su situación vital y da por supuesto que las necesidades de la mayoría de los pobres son las mismas. Las transferencias en especie también suelen tardar en llegar a sus beneficiarios. Suelen requerir que la gente solicite cada programa individual porque son entidades separadas. Luego, tienen que ser aprobados por la organización para recibir las prestaciones. Éste puede ser un proceso muy tedioso que puede durar desde unos pocos días hasta semanas.

Proporcionar transferencias en especie en vez de en metálico da al gobierno más poder de decisión sobre cómo se gasta el dinero de los impuestos en asistencia social. Sin embargo, la otra cara de ese argumento es que los beneficiarios de las prestaciones sabrían mejor que nadie lo que necesitan para mejorar su nivel de vida. Una de las preocupaciones de proporcionar dinero en metálico a la población más pobre es que se gaste de forma inadecuada. Los estudios han descubierto que enfermedades como el alcoholismo y la drogadicción son más frecuentes entre las personas con un estatus socioeconómico más bajo, lo que significa que las personas más pobres tienden a luchar más con estos problemas.¹ Ahora bien, no está establecido que las adicciones sean consecuencia de un estatus socioeconómico bajo, sólo que son más frecuentes entre los grupos socioeconómicos más bajos^.1 De ahí el prejuicio de que las personas pobres que necesitan ayuda del gobierno van a gastar sus transferencias en metálico en esas actividades y no en sus necesidades reales.

Fig. 1 - Transferencias en especie

Transferencias en especie Bienestar

Las transferencias en especie se utilizan para distribuir bienestar. Una política de bienestar es una política gubernamental que una nación establece para asegurarse de que se cubren las necesidades básicas de sus ciudadanos en cuanto a alimentación, vivienda, ingresos, etc. Las transferencias en especie son un método al que recurre un gobierno que adopta medidas para aumentar o mantener el nivel de vida de su población.

Algunas transferencias en especie que forman parte del sistema de bienestar son el Medicare, el Medicaid y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) de Estados Unidos. Estos programas pretenden proporcionar al beneficiario lo que más necesita en términos de atención médica y nutrición. Este tipo de transferencias en especie suelen ser transferencias en especie condicionadas . Esto significa que proporcionan beneficios al beneficiario siempre que cumpla las condiciones estipuladas para optar a ellos, y los fondos deben gastarse en artículos elegibles.

Además, como las transferencias en especie no son dinero que se proporciona directamente al receptor o el dinero que se proporciona, como en el caso del SNAP, tiene restricciones asociadas, se consideran no monetarias y no cuentan para los ingresos de una persona o familia. Esto significa que cuando un país mide su tasa de pobreza o desigualdad, no tiene en cuenta las prestaciones que reciben las personas. Por tanto, aunque las transferencias en especie no aumentan la renta, sí liberan renta disponible para que la familia la utilice en otros bienes que pueden no proporcionar las prestaciones.

Transferencia en especie frente a transferencia en metálico

La diferencia entre una transferencia en especie y una transferencia monetaria es que una proporciona al beneficiario dinero líquido para que lo gaste en lo que considere oportuno, mientras que la otra proporciona bienes o servicios reales. Una transferencia monetariaes una forma de ayuda gubernamental que proporciona al beneficiario dinero en efectivo como forma de apoyo financiero. Las transferencias en especie, también conocidas como prestaciones en especie, son preferibles a las transferencias monetarias y también son más habituales.

Con las transferencias monetarias, el beneficiario es más flexible, ya que tiene más poder de decisión sobre en qué gasta su dinero. Por cierto, ésta es también la razón por la que los contribuyentes y los responsables políticos a veces se oponen a las transferencias de efectivo. Un ejemplo de transferencia monetaria es el Seguro de la Seguridad Social de Estados Unidos, que proporciona a los ancianos, discapacitados y otras personas cualificadas unos ingresos mensuales. Otro ejemplo de transferencia monetaria son las prestaciones de desempleo, que te pagan una parte de los ingresos que obtenías cuando estabas empleado.

La preocupación habitual con las transferencias de efectivo es que los fondos se gasten de forma inadecuada. Proporcionar simplemente dinero en efectivo a alguien no siempre es el mejor método para garantizar que se cubren sus necesidades básicas de alimentos, alojamiento y ropa. Por eso las transferencias en especie son el método más favorecido políticamente. Las transferencias en especie pueden garantizar que se cubren esas necesidades básicas, ya que o bien proporcionan directamente los bienes, como hacen los bancos de alimentos, o bien dan vales para artículos específicos, como hacen los cupones de alimentos. Una transferencia en especie puede distribuirse en forma de tarjeta de débito con un saldo en efectivo disponible en ella, pero el tipo de bienes que pueden comprarse con ese dinero está regulado, por lo que el efectivo no es una transferencia en especie.

Un argumento a favor de las transferencias en metálico es que no todas las necesidades y preferencias de todo el mundo son iguales. Con las transferencias en especie, los bienes y servicios que se ofrecen a las personas no se adaptan a sus necesidades individuales. Mientras que una familia puede necesitar ayuda para comprar alimentos porque vive en un piso de la ciudad, una familia que tiene un huerto y vive en una zona rural puede recibir mejor ayuda con un vale para combustible o transporte. Ahora bien, aunque ambos vales existen, lleva tiempo y esfuerzo solicitar los correctos que mejor se ajusten a las necesidades individuales, y simplemente proporcionando dinero en efectivo se podría agilizar el proceso.

Ejemplos de transferencias en especie

Algunos ejemplos de transferencias en especie son programas gubernamentales como Medicare, Medicaid y SNAP.

Medicare es un programa de seguro médico establecido y financiado por el gobierno para personas con discapacidad y mayores de 65 años. Medicaid también es un programa de seguros, pero está dirigido a los miembros de la sociedad con bajos ingresos. Medicare y Medicaid se consideran transferencias o prestaciones en especie porque prestan directamente un servicio a quienes cumplen los requisitos, en lugar de darles dinero para que paguen un seguro médico.

Otro ejemplo de transferencia en especie es el programa SNAP de EEUU. El SNAP proporciona a las personas y familias que cumplen los requisitos una tarjeta electrónica de transferencia de prestaciones en la que se cargan automáticamente todos los meses los fondos asignados a la persona una vez que se ha inscrito correctamente en el programa. El SNAP sustituyó a los cupones de alimentos de EEUU para luchar contra el estigma que conlleva estar en un programa de asistencia gubernamental^.2

Sin embargo, no todas las transferencias en especie están financiadas por el gobierno. Organizaciones sin ánimo de lucro como Feeding America crean bancos de alimentos, comedores de beneficencia y albergues por todo EEUU, y realizan transferencias en especie en forma de alimentos a la población. El Ejército de Salvación es una organización religiosa sin ánimo de lucro que proporciona ropa, comida y refugio gratuitos a los sin techo y a los desempleados, como parte de su misión de satisfacer las necesidades humanas sin discriminación. ³ Este tipo de organizaciones sin ánimo de lucro proporcionan transferencias en especie a las personas necesitadas, suministrándoles directamente los bienes y servicios básicos necesarios para sobrevivir.