¿Cómo afecta la descarbonización al cambio climático?
La descarbonización reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de carbono (CO2), disminuyendo su concentración en la atmósfera. Esto contribuye a mitigar el calentamiento global, ralentiza el cambio climático y reduce sus impactos negativos en el medio ambiente y la sociedad.
¿Qué papel juegan las energías renovables en la descarbonización?
Las energías renovables son fundamentales en la descarbonización, ya que sustituyen a los combustibles fósiles disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Al aprovechar recursos naturales ilimitados, como el sol y el viento, contribuyen a una transición energética sostenible y reducen la dependencia de energías contaminantes.
¿Qué tecnologías se están desarrollando para acelerar la descarbonización?
Se están desarrollando tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono (CAC), energías renovables (solar, eólica), baterías avanzadas para almacenamiento de energía, y tecnologías de hidrógeno verde. Además, la electrificación del transporte y la eficiencia energética en edificaciones e industrias son clave para acelerar la descarbonización.
¿Qué impacto tiene la descarbonización en la economía global?
La descarbonización puede impulsar la economía global al fomentar inversiones en energías renovables, estimular la innovación tecnológica y crear empleos verdes. Sin embargo, también puede afectar negativamente a industrias dependientes de combustibles fósiles en el corto plazo, requiriendo políticas de transición justas para mitigar estos impactos económicos.
¿Qué beneficios sociales trae la descarbonización a las comunidades locales?
La descarbonización mejora la calidad del aire, reduce enfermedades relacionadas con la contaminación y genera empleos en energías limpias. Promueve la resiliencia climática, asegurando un entorno más seguro, y fomenta la independencia energética, lo que puede llevar a un mayor control y estabilidad económica en las comunidades locales.