¿Qué es el proceso Fischer-Tropsch y cómo funciona?
El proceso Fischer-Tropsch es una reacción química que convierte monóxido de carbono e hidrógeno en hidrocarburos líquidos. Funciona mediante la hidrogenación de CO sobre catalizadores metálicos, usualmente hierro o cobalto, a altas temperaturas y presiones, produciendo combustible sintético a partir de gas natural, carbón o biomasa.
¿Cuáles son las aplicaciones industriales del proceso Fischer-Tropsch?
El proceso Fischer-Tropsch se utiliza industrialmente para la conversión de gas natural, carbón o biomasa en combustibles líquidos sintéticos como diésel, queroseno y nafta. También se emplea para producir productos químicos de base, ceras y lubricantes de alta calidad.
¿Cuáles son las materias primas necesarias para el proceso Fischer-Tropsch?
Las materias primas necesarias para el proceso Fischer-Tropsch son el gas de síntesis, que se compone fundamentalmente de monóxido de carbono (CO) e hidrógeno (H2), y un catalizador, generalmente a base de hierro o cobalto, que facilita la reacción química que convierte estos gases en hidrocarburos líquidos y otros productos.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del proceso Fischer-Tropsch?
El proceso Fischer-Tropsch convierte gas de síntesis en hidrocarburos líquidos, siendo ventajoso para producir combustibles limpios y renovables. Sin embargo, presenta desventajas como costos elevados de capital e intensidad energética, además de depender de materias primas como carbón o gas natural, implicando emisiones de CO₂ si no se mitigan adecuadamente.
¿Qué catalizadores se utilizan en el proceso Fischer-Tropsch?
Los catalizadores más comunes utilizados en el proceso Fischer-Tropsch son el hierro y el cobalto. El hierro es adecuado para síntesis de gas con altas proporciones de dióxido de carbono, mientras que el cobalto es más eficiente con gas de síntesis limpio. También se emplean a veces catalizadores de rutenio y níquel.