Agricultura y Clima

Agricultura y cambio climático

Aunque la contaminación local puede ser perjudicial, algunos de los métodos generales utilizados en la agricultura pueden afectar significativamente a nuestro clima global. De hecho, la actividad agrícola es una de las principales causas del cambio climático antropogénico: laalteración involuntaria del clima planetario provocada por la actividad humana.

No todo es tan sencillo: cultivar unos tomates en el jardín de tu casa no tendrá ninguna relación con el cambio climático. Más bien, la razón por la que la agricultura tiene un impacto tan grande en el clima se debe a los procesos que los agricultores tienen que llevar a cabo para hacer viable la agricultura a gran escala.

La agricultura y los efectos sobre el clima

Para crear espacio para más cultivos, los agricultores pueden tener que talar parte o la totalidad de un bosque. Como sabes, a los árboles les encanta respirar dióxido de carbono;la deforestación libera el carbono que estaban almacenando, y con menos árboles, se puede secuestrar menos carbono de la atmósfera.

La agricultura basada en cultivos a escala industrial requiere el uso de grandes máquinas impulsadas por combustibles fósiles, como tractores y cosechadoras, que liberan gases de efecto invernadero. Del mismo modo, el transporte de alimentos desde la granja también provoca emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo si se exportan a un país del otro lado del planeta.

Los rebaños masivos de ganado, como los que se encuentran en las explotaciones ganaderas industriales, pueden llegar a generar cantidades sustanciales de metano a través de sus eructos y flatulencias. Del mismo modo, el método tradicional de cultivo del arroz -la inundación para crear arrozales- atrae grandes cantidades de microbios que liberan enormes cantidades de metano. Algunos fertilizantes también liberan óxido nitroso.

Fig. 1 - La ganadería industrial puede generar grandes cantidades de metano

En definitiva, incluso colocando el transporte en una categoría aparte, la agricultura y la silvicultura representan alrededor del 11% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos. Globalmente, la agricultura y la silvicultura representan entre el 24 y el 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero.

Agricultura e impactos climáticos

A medida que la Tierra se caliente debido al cambio climático, la agricultura será más difícil. A medida que la agricultura se haga más difícil, será necesario aplicar métodos agrícolas más intensivos en las explotaciones para obtener el mismo rendimiento agrícola, lo que provocará aún más emisiones de gases de efecto invernadero, que conducirán a un mayor calentamiento global. Es un bucle de retroalimentación positiva aparentemente interminable.

Fig. 2 - Las explotaciones agrícolas pueden ser menos productivas debido al cambio climático

Además de las temperaturas medias más altas (a las que algunos cultivos y ganado pueden no ser capaces de hacer frente), el cambio climático también está provocando que los fenómenos meteorológicos extremos sean cada vez más frecuentes. Los cultivos no son inmunes a los incendios forestales ni a los huracanes, pero las sequías son especialmente pertinentes para la agricultura. Los agricultores de muchas regiones agrícolas que disponen de agua suficiente para mantener sus plantas y animales se verán incapaces de mantener sus explotaciones sin sacrificar sus reservas de agua. Del mismo modo, una falta general de agua puede hacer que la erosión del suelo se produzca con mayor rapidez, provocando la desertificación, proceso por el cual el suelo desgastado se vuelve más desértico. Un descenso significativo de la producción agrícola puede llevar a la inanición en algunas zonas.

Agricultura y adaptación climática

Está muy bien identificar todos los problemas medioambientales creados por la agricultura, pero la pura verdad es que necesitamos la agricultura y la ganadería. A menos que obtengas todos tus alimentos de la caza y la recolección, es probable que te beneficies enormemente de nuestros sistemas agrícolas. Lo más probable es que casi todo lo que has comido hoy proceda originalmente de una granja o un huerto. Incluso las patatas fritas más saladas y grasientas empezaron siendo patatas, y la barra de chocolate con leche más dulce solía ser un grano de cacao. De hecho, el auge de la agricultura también está ligado al auge de la civilización; en cierto modo, la invención de la agricultura condujo en última instancia a la creación de la tecnología que estás utilizando para leer este artículo ahora mismo (¡consulta nuestra explicación sobre los Hogares Agrícolas para obtener más información!)

La agricultura nos permite producir alimentos suficientes para mantener a una población cada vez mayor. En este momento de la historia, un retorno generalizado a la caza y la recolección no es realista ni factible. Entonces, ¿cómo adaptamos nuestra agricultura para satisfacer las necesidades de nuestra población en constante expansión y reducir el impacto medioambiental?

Hay tres enfoques principales para la adaptación climática de la agricultura: la agricultura sostenible, la biotecnología y el cambio de dieta.

Agricultura sostenible

La agriculturasostenible es un enfoque de la agricultura que implica modificar las técnicas que ya tenemos para que tengan menos impacto sobre el medio ambiente. En otras palabras, el objetivo es hacer que nuestras prácticas agrícolas sean más viables a largo plazo. Los agricultores pueden utilizar principios sostenibles para sacar el máximo partido de sus recursos al tiempo que disminuyen su impacto medioambiental: por lo general, todos salen ganando.

Hay docenas de métodos agrícolas sostenibles diferentes, entre los que se incluyen

• Pastoreo rotativo

• Rotación de cultivos

• Cultivos de cobertura

• Agricultura vertical

• Multicultivo

Biotecnología

Otra forma de adaptarse a un clima cambiante es desarrollar plantas y animales más duros y resistentes. Aparecen los organismos modificados genéticamente (OMG). En sentido estricto, el propio proceso de domesticación de plantas y animales salvajes para su uso en la agricultura humana era una forma de modificación genética, y los OMG modernos continúan esa tradición. Sin embargo, la modificación genética actual difiere de la cría selectiva en que la composición del ADN puede cambiarse directamente en los laboratorios mediante procesos biotecnológicos. Esto hace que los OMG sean controvertidos, ya que parecen eliminar por completo los procesos naturales, cuyas posibles consecuencias aún no se conocen del todo. "Ecológico" se ha convertido recientemente en una palabra de moda en los supermercados para anunciar productos que no están modificados genéticamente.

Fig. 3 - Los productos ecológicos han ganado popularidad en respuesta al escepticismo sobre los OMG

Del mismo modo, los biotecnólogos han empezado a cultivar carne de laboratorio. Esta carne artificial es mucho menos exigente con el medio ambiente que la ganadería, pero se enfrenta al mismo escepticismo que los OMG.

Cambiar las dietas

Incorporar carne cultivada en laboratorio a tu dieta puede parecer asqueroso, pero el simple hecho de reducir el consumo de carne de vacuno, en general, puede tener un efecto positivo sobre el medio ambiente. Si disminuye la demanda de carne de vacuno, los rebaños pueden reducirse, al igual que su producción de metano. Tanto el pollo como el cerdo tienen un impacto menor en el clima que la carne de vacuno, aunque la carne en general puede ser más exigente con el medio ambiente que los productos agrícolas.

Se ha sugerido laentomofagia, el consumo de insectos, como alternativa a nuestras dietas actuales. La mera idea puede parecer poco atractiva para algunos, pero los insectos son una fuente de proteínas extremadamente eficaz. Son más baratos de cultivar, tienen un menor impacto medioambiental y pueden proporcionar más proteínas por gramo que otras formas de carne.

Una causa oculta del cambio climático relacionado con la agricultura es el desperdicio de alimentos. En Estados Unidos, cada año se desperdician y tiran alimentos por valor de más de 150.000 millones de dólares. Comprar comida en exceso (y desperdiciarla) es una señal involuntaria a la industria agrícola y a los gobiernos de que necesitan producir cada vez más alimentos para satisfacer la demanda.