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Podemos pensar que los ecosistemas son algo constante -en el Serengeti siempre habrá leones, por ejemplo-, pero en realidad los ecosistemas están sujetos a cambios, como todo lo demás en este planeta. Hablemos de los distintos cambios de los ecosistemas y de las causas naturales y humanas que los provocan.
Cambios globales en los ecosistemas
Los ecos istemas son comunidades de organismos vivos que interactúan entre sí y con su entorno físico. Esas interacciones hacen que los ecosistemas nunca sean estáticos. Los distintos animales y plantas compiten constantemente entre sí por el acceso a recursos como los alimentos y el espacio.
Esto pone a los ecosistemas en un perpetuo estado de fluctuación, que en última instancia conduce a la evolución por selección natural, es decir, el proceso por el que las poblaciones de organismos vivos cambian con el tiempo para adaptarse mejor a su entorno. En otras palabras, ¡los ecosistemas de todo el mundo cambian constantemente!
Factores que afectan a los ecosistemas
Cualquier ecosistema tiene dos factores o componentes distintos. Los componentes abióticos son no vivos, como las rocas, las condiciones meteorológicas o las masas de agua. Los componentes bióticos son vivos, como los árboles, las setas y los leopardos. Los componentes vivos deben adaptarse entre sí y a los componentes abióticos de su entorno; éste es el combustible del cambio. Si no lo consiguen, se produce la extinción, lo que significa que la especie deja de existir.
Pero si los ecosistemas ya están cambiando constantemente, ¿qué queremos decir con el término "cambios en los ecosistemas"? Pues bien, nos referimos principalmente a acontecimientos o procesos que interrumpen la forma en que ya funciona un ecosistema. Se trata de cambios procedentes del exterior, no del interior. En algunos casos, un acontecimiento o actividad exterior puede destruir por completo un ecosistema.
Podemos dividir los cambios en los ecosistemas en dos grandes categorías: causas naturales y causas humanas. Junto con la evolución por selección natural, las catástrofes naturales y la degradación medioambiental causada por el hombre son las principales vías por las que cualquier ecosistema puede experimentar cambios.
Causas naturales de los cambios en los ecosistemas
Si alguna vez has visto un árbol caído en la carretera a la mañana siguiente de una tormenta, probablemente ya tengas una idea de cómo los acontecimientos naturales pueden provocar cambios en los ecosistemas.
Pero vamos un poco más allá de las pequeñas tormentas eléctricas. Una catástrofe natural es un fenómeno meteorológico que causa daños generalizados en una zona. Las catástrofes naturales no están causadas por el ser humano (aunque, en algunos casos, la actividad humana puede hacerlas más graves). Otras causas naturales, como las enfermedades, no son técnicamente desastres naturales, pero pueden causar niveles similares de devastación.
Las causas naturales de los cambios en los ecosistemas son, entre otras
Incendios forestales
Sequía
Terremoto
Erupción volcánica
Tornado
Tsunami
Ciclón
Enfermedad
Algunos de estos acontecimientos naturales pueden producirse conjuntamente.
Las catástrofes naturales pueden cambiar fundamentalmente un ecosistema. Un incendio forestal puede quemar bosques enteros o un terremoto puede arrancarlos de raíz, provocando la deforestación. Una zona puede inundarse por completo, ahogando todas las plantas. Una enfermedad como la rabia puede propagarse por una zona, matando a un gran número de animales.
Muchas catástrofes naturales sólo provocan cambios temporales en los ecosistemas. Una vez pasado el suceso, la zona se recupera lentamente: los árboles vuelven a crecer, los animales regresan y el ecosistema original se restablece en gran medida.
La erupción en 1980 del monte Santa Helena, en Estados Unidos, acabó con el ecosistema que rodeaba al volcán. En 2022, muchos árboles de la zona habían vuelto a crecer, lo que permitió el regreso de las especies animales locales.
Sin embargo, las causas naturales de los cambios en los ecosistemas pueden ser permanentes. Normalmente tienen que ver con cambios a largo plazo en el clima o en la geografía física. Por ejemplo, si una zona sufre sequía durante mucho tiempo, puede volverse más desértica. O, si una zona queda permanentemente inundada tras un huracán o un tsunami, puede convertirse en un ecosistema acuático. En ambos casos, es probable que la fauna original nunca vuelva, y el ecosistema quedará alterado para siempre.
Causas humanas de los cambios en los ecosistemas
Las causas humanas de los cambios en los ecosistemas son casi siempre permanentes, porque la actividad humana suele provocar cambios en el uso del suelo. Esto significa que los humanos reutilizamos terrenos que antes formaban parte de un ecosistema salvaje. Podemos talar árboles para crear tierras de cultivo; podemos pavimentar parte de una pradera para crear una carretera. Estas actividades cambian la forma en que la fauna interactúa entre sí y con su entorno, ya que introduce elementos nuevos y artificiales en un ecosistema natural. Por ejemplo, los animales que intenten cruzar carreteras muy transitadas en busca de más comida correrán el riesgo de ser atropellados por un coche.
Si una zona se urbaniza lo suficiente, el ecosistema natural original puede dejar de existir funcionalmente, y los animales y plantas que permanezcan en ella se verán obligados a adaptarse a la infraestructura humana. Algunos animales son bastante buenos en esto. En Norteamérica, no es raro que ardillas, mapaches e incluso coyotes prosperen en hábitats urbanos.
Además del cambio en el uso del suelo, la gestión humana puede desempeñar un papel en los ecosistemas. Puedes considerar la gestión humana de los ecosistemas como una "manipulación", intencionada o no, de la función natural de un ecosistema. La gestión humana incluye
Contaminación por la agricultura o la industria
La manipulación de la geografía física preexistente
Caza, pesca o caza furtiva
La introducción de nuevos animales en una zona (más información a continuación)
Las presas y las turbinas eólicas, de las que dependemos para obtener energía renovable y sostenible, pueden alterar las pautas naturales de natación de los peces o de vuelo de las aves, respectivamente. Los pesticidas o fertilizantes de la agricultura pueden acabar en ríos y arroyos, alterando la acidez del agua y, en los casos más atroces, provocando extrañas mutaciones o la muerte.
Cambios en la población de animales salvajes en los ecosistemas
Los grupos de animales entran y salen de los ecosistemas en función de sus necesidades materiales. Esto ocurre anualmente con muchas especies de aves; vuelan hacia el sur durante el invierno, cambiando temporalmente los componentes bióticos de un ecosistema.
Antes hemos mencionado la introducción de nuevos animales en una zona como forma de gestión humana de los ecosistemas. Esto puede hacerse por varias razones:
Repoblar una zona para la caza o la pesca
Liberar mascotas en la naturaleza
Intentar corregir un problema de plagas
Intentar restaurar un ecosistema
La introducción humana de animales salvajes en un nuevo ecosistema no siempre es intencionada. En Norteamérica, los caballos y cerdos traídos por los europeos escaparon a la naturaleza.
Hemos mencionado que, a veces, los humanos introducen fauna salvaje en un ecosistema para restaurar ese ecosistema, que puede haber sido perturbado previamente por la actividad humana o por un desastre natural. Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos reintrodujo lobos en el Parque Nacional de Yellowstone tras determinar que su ausencia estaba teniendo un efecto negativo en la salud de otras plantas y animales.
En la mayoría de los demás casos, esta fauna introducida suele ser algo que llamamos especie invasora. Una especie invasora, introducida por el hombre, no es endémica de una zona, pero se adapta a ella tan bien que a menudo desplaza a las especies endémicas. Piensa en el sapo de caña en Australia o en la pitón birmana en los Everglades de Florida.
¿Se te ocurre algún animal asilvestrado o salvaje en el Reino Unido que pueda considerarse especie invasora?
Impacto del cambio climático en los ecosistemas
Hay un elefante en la habitación. No, ¡no un elefante de verdad! Hasta ahora no hemos hablado mucho del cambio climático.
Al igual que los ecosistemas cambian constantemente, también lo hace el clima de la Tierra. A medida que el clima cambia, provoca a su vez cambios en los ecosistemas. Cuando la Tierra se enfría, los ecosistemas polares y de la tundra se expanden, mientras que cuando la Tierra se calienta, los ecosistemas tropicales y desérticos se expanden.
Cuando la Tierra estaba en su época más cálida, los ecosistemas podían albergar grandes dinosaurios como el Tyrannosaurus rex. La era glacial más reciente, que terminó hace 11.500 años, incluía animales como el mamut lanudo y el rinoceronte lanudo. Ninguno de estos animales sobrevivió al cambio climático, y no se encontrarían muy bien en la mayoría de nuestros ecosistemas modernos.
El clima de la Tierra está regulado en gran medida por los gases de la atmósfera, como el dióxido de carbono, el metano y el vapor de agua. Como las ventanas de cristal de un invernadero, estos gases capturan y retienen el calor del sol, calentando nuestro planeta. Este efecto invernadero es perfectamente natural, y sin él haría demasiado frío para que cualquiera de nosotros pudiera vivir aquí.
El cambio climático actual está fuertemente correlacionado con la actividad humana. Nuestra industria, el transporte y la agricultura emiten muchos gases de efecto invernadero, amplificando el efecto invernadero. Como resultado, nuestra Tierra se está calentando, un efecto que a veces se denomina calentamiento global.
A medida que la Tierra siga calentándose, cabe esperar una expansión de los ecosistemas tropicales y desérticos a expensas de los ecosistemas polares, de tundra y templados. Es probable que muchas plantas y animales que viven en ecosistemas polares, de tundra o templados se extingan como consecuencia del calentamiento global, ya que serán incapaces de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
Además, las catástrofes naturales pueden volverse más frecuentes, poniendo en peligro prácticamente todos los ecosistemas. El aumento de las temperaturas provocará más sequías, ciclones e incendios forestales.
Cambios en los ecosistemas - Conclusiones clave
- Los ecosistemas están en constante cambio debido a la competencia entre la fauna.
- Las catástrofes naturales o la actividad humana pueden alterar el funcionamiento de un ecosistema.
- Las causas naturales de los cambios en los ecosistemas incluyen los incendios forestales, las enfermedades y las inundaciones.
- Las causas humanas de los cambios en los ecosistemas incluyen la roturación de tierras para otros usos, la contaminación y la introducción de especies invasoras.
- A medida que continúe el cambio climático, algunos ecosistemas pueden expandirse mientras que otros pueden enfrentarse a duros retos.
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