Corrupción Política

Causas de la corrupción política

La raíz de la corrupción política durante este periodo fue la riqueza corporativa impulsada por el deseo de modernizar la nación, pasando página tras un difícil capítulo de guerra civil y la continua Reconstrucción. Debido a las condiciones políticas de laissez-faire que imperaban en el país, era difícil controlar estos abusos del sistema.

Examinemos con precisión qué canales utilizaron los individuos para ejercer su poder y corromper a la nación.

Todo ello se sumó para formar la tormenta perfecta en la sociedad estadounidense, y nadie podía personificar el poder que la corrupción ejercía sobre la nación de la misma manera que William "Boss" Tweed.

A medida que crecía la conciencia y la oposición al movimiento de Tweed, fue finalmente detenido en 1873, ¡no sin antes haber defraudado entre 30 y 300 millones de dólares!

Fig. 2 - William "Boss" Tweed (centro) y sus compinches son representados como buitres, a la espera de que amaine la tormenta de acusaciones para poder darse otro festín.

De hecho, la tormenta nunca amainó. Esta viñeta de 1871, entre otras, publicada en Harper's Weekly por Thomas Nast, contribuyó a desenmascarar la maquinaria de Tammany Hall y al "Elegante" Oakley, el alcalde de Nueva York que fue marioneta de Tweed hasta 1872.

Tras haber examinado a un maestro de la corrupción política, ahora podemos explorar las formas concretas que adoptó, antes de pasar por algunos de los casos más infames.

Tipos de corrupción política

Podemos resumir la corrupción política de la Edad Dorada en tres categorías distintas. ¡Todas ellas eran MALAS!

Sobornosy apoyos: el mayor motor de la corrupción. Sobornando a los trabajadores y a las personas adecuadas en los puestos del gobierno, todos podían ganar dinero. Los implicados salían ganando, pero los ciudadanos de a pie salían perdiendo.

Alienacióndel sistema de votación: no sólo se compraba la lealtad política a cambio de empleos, vivienda o ciudadanía, sobre todo en el caso de los inmigrantes, sino que a menudo los hombres votaban varias veces, tras afeitarse la barba antes de volver al colegio electoral.

Alteración delas funciones del gobierno: utilizando el "sistema de botín", los amigos y quienes resultaran económicamente beneficiosos ocuparían los cargos. La elección de los funcionarios rara vez se correlacionaba con su capacidad para hacer el trabajo, y esto sólo cambió gradualmente con la Ley Pendleton de 1883.

La Ley Pendleton

Aunque tuvo un impacto limitado con su introducción en 1883, debido a que sólo examinaba al 10% de los empleados del gobierno, tuvo una intención fantástica. Por primera vez, supuso un alejamiento del amiguismo del sistema de botín.

Ahora la meritocracia significaba que los puestos específicos podían ser ocupados por candidatos cualificados, bien educados y formados. La Ley Pendleton tiene ahora un alcance mucho mayor, ya que se aplica a 2,9 millones de puestos de la administración.

Ejemplos de corrupción política

Pero tanto antes como después de 1883, hubo algunos ejemplos escandalosos de corrupción política durante la Edad Dorada, evaluemos algunos de los más controvertidos.

Crédit Mobilier

Ya hemos visto la corrupción del Partido Demócrata con "Boss" Tweed y Tammany Hall. Pero el Crédit Mobilier, encargado de la construcción del ferrocarril Union Pacific en la Costa Este, fue un excelente ejemplo de la deshonestidad y la codicia republicanas. El enorme proyecto contaba con el respaldo de préstamos e impuestos, pero Crédit Mobilier utilizó a hombres de las altas esferas, entre ellos Oakes Ames, miembro de la Cámara de Representantes por Massachusetts, para canalizar los beneficios hacia las cuentas de unos pocos. Esto se descubrió en 1873, habiendo finalizado el proyecto en 1869.

La red del whisky

A principios de la década de 1870, un grupo de destiladores de whisky estaba confabulado con funcionarios de Hacienda. Esto ocurrió principalmente en San Luis, pero también en muchos otros estados. John MacDonald dirigía la red, creada inicialmente en 1871 para ayudar a financiar las campañas electorales republicanas. Sin embargo, en 1873 la persecución se transformó rápidamente en una empresa puramente criminal. Una vez más, benefició a todos. Los destiladores pagaban la mitad de los impuestos exigidos por el whisky, y los organizadores criminales desviaban millones en impuestos para sí mismos.

Sin embargo, cuando el secretario del Tesoro, William Richardson, perdió su puesto, su sustituto , Benjamin Bristow, inició una investigación independiente en 1874. Los resultados fueron escandalosos: 110 personas fueron condenadas por su participación en la red.

Elecciones generales de 1876

Con todos estos escándalos, sería una gran sorpresa que el presidente Grant dirigiera su país tras las elecciones generales de 1876. Lo consideró, pero tras la mancha de la corrupción y el Pánico de 1873 (una depresión económica) decidió no hacerlo.

El republicano Rutherford Hayes ocupó su lugar, compitiendo contra el demócrata Samuel Tilden. Parecía que Tilden iba a ganar, pues obtuvo 184 de los 185 votos electorales necesarios para ganar y se impuso por 250.000 de los votos del público, con una asombrosa participación de más del 80%. Los republicanos denunciaron el juego sucio a última hora, disputando 20 votos. Finalmente, el péndulo se inclinó hacia el lado de Hayes, que ganó por el margen más pequeño de la historia. Sin duda, la fe en el sistema electoral había caído, y el escándalo se conoció como el Compromiso de 1877.

Fig. 3 - Ilustración de un grupo de presión masculino de la edición de 1874 de la novela de Twain

Efectos de la corrupción política

Aunque leyes como la Ley Pendleton empezaron a alejar a Estados Unidos de la corrupción sistémica, los resultados de décadas de negligencia en el cumplimiento del deber fueron contundentes. En 1890, el 1% de las familias poseía el 51% de los bienes muebles e inmuebles del país. El 44% de las familias con ingresos más bajos sólo poseía el 1,2% de la riqueza. En la década de 1880, hubo un gran número de protestas por los derechos de los trabajadores.

Pronto, un nuevo Partido Populista se convirtió en una fuerza política, que pretendía arrebatar el poder a unos pocos y devolvérselo a las masas. Con el asesinato del republicano William McKinley en 1901, otro presidente que estafó para llegar a la cima, financiado por banqueros, la Edad Dorada llegó a su fin, y Theodore Roosevelt inauguró la Era Progresista. Ha existido la tentación de polarizar la Edad Dorada con las reformas de la Era Progresista de Roosevelt, pero no debemos permitirlo.

Está claro que Roosevelt no agitó una varita mágica. Aprendió de los errores de sus predecesores y de las deficiencias de una época, fácil de demonizar por el pegadizo título de Mark Twain, y escuchó los clamores de cambio de una población estadounidense políticamente comprometida.