Imperio Británico

Geografía del Mapa del Imperio Británico

El Imperio Terrestre Inglés se encontraba en el archipiélago de las Islas Británicas de Europa Occidental. Separada de la Europa continental por el Canal de la Mancha, Inglaterra poseía un foso natural contra las invasiones extranjeras. El Mar del Norte se encuentra al este de Inglaterra, el Mar de Noruega al norte y el Océano Atlántico al oeste.

Mapa del Imperio Británico Límites políticos

• Inglaterra se refiere a un solo país, denotado por el color rojo en el mapa de arriba. Inglaterra se fundó en el siglo X. Los límites políticos de Inglaterra en el siglo X coinciden en gran medida con las fronteras del mapa anterior.

• El Reino de Gran Bretaña (intercambiable con Gran Bretaña) se refiere a los estados combinados de Inglaterra, Gales y Escocia arriba indicados. La unión de estos tres países se hizo efectiva en 1707.

• El Reino Unido, creado en 1801, comprendía Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia) e Irlanda del Norte. El Reino Unido existe hasta nuestros días, como se representa en el mapa anterior.

El Imperio Británico: Cronología

La siguiente cronología ofrece una breve progresión de la formación de Inglaterra como país e imperio terrestre, haciendo hincapié en el Periodo Moderno Temprano:

• 927 D.C: El rey anglosajón Æthelstan se declara "Rey de los ingleses", marcando el comienzo de la historia de Inglaterra como país unificado.

• 1455-1458 EC: En Inglaterra tiene lugar la Guerra de las Dos Rosas, que establece la Casa Real de los Tudor.

• 1491-1547 EC: El rey Enrique VIII reina en Inglaterra.

• 1558-1603 EC: La reina Isabel reina en Inglaterra.

• 1585-1604 EC: Guerra anglo-española entre Inglaterra y España.

• 1642-1651 EC: Tiene lugar la Guerra Civil Inglesa, que termina con Oliver Cromwell en el poder.

• 1701-1707 EC: Inglaterra se une a la lucha en la Guerra de Sucesión española.

• 1707 EC: Gales y Escocia se unieron a Inglaterra para convertirse en el Reino de Gran Bretaña.

• 1801 EC: Irlanda del Norte se une al Reino de Gran Bretaña para convertirse en el Reino Unido.

Historia del Imperio Británico

El Imperio Terrestre Inglés tuvo sus humildes comienzos en una alianza de reinos anglosajones contra los intrusos vikingos. Liderados por el rey Æthelstan, los anglosajones expulsaron a la mayoría de los vikingos de sus tierras, reclamando territorio hasta York, en el norte. Los historiadores consideran que el título autoproclamado por el rey Æthelstan de "rey de los ingleses" en 927 d.C. marcó el inicio de Inglaterra como país unificado. La historia de Inglaterra como país comenzó como un acto de unificación y expansionismo, ya que los ingleses pronto empezaron a presionar sobre Escocia. Inglaterra actuó como un imperio terrestre ya en el siglo X.

Los Tudor y la Primera Edad Moderna

Las Guerras de las Dos Rosas dentro de Inglaterra fueron una serie de guerras civiles libradas principalmente entre las Casas de Lancaster y York. La victoriosa Casa Lancaster se casó con la familia Tudor, lo que colocó a la familia Tudor en el trono inglés desde 1458 hasta 1603, los años más formativos del Imperio Terrestre inglés. Los monarcas Tudor más notables fueron el rey Enrique VIII y la reina Isabel I.

Fig. 2: La rosa de los Tudor

El imperio terrestre inglés bajo el rey Enrique VIII

El rey Enrique VIII gobernó Inglaterra desde 1491 hasta 1547. Además de la fascinante historia de sus seis matrimonios (dos de los cuales acabaron en la ejecución de su esposa), Enrique VIII fue vital para el fortalecimiento de Inglaterra como imperio marítimo y terrestre. Aunque implicó a su país en muchas guerras costosas dentro de Europa y personalmente se entregó a un estilo de vida rico y extravagante, el rey Enrique VIII es más conocido por su creación de la Marina Real inglesa y por su creencia en el derecho divino de los reyes, la creencia de que él, como monarca, fue elegido por Dios para gobernar Inglaterra con autoridad suprema.

Fig. 3: Retrato del rey Enrique VIII

Enrique VIII pretendía divorciarse de su primera esposa para casarse con Ana Bolena, pero la Iglesia Católica, con sede en Roma, no se lo permitió. En respuesta, Enrique promulgó elActa de Supremacía de 1534, que separaba la Iglesia inglesa de la católica. Había nacido la Iglesia Anglicana de Inglaterra, con el rey Enrique VIII a la cabeza. Esta medida aportó a Inglaterra mayor poder y autonomía frente a las voluntades de otras potencias europeas. Enrique VIII fortaleció aún más a Inglaterra mediante las Leyes de Gales y la Ley de la Corona de Irlanda de 1542, que le convirtieron en gobernante de Gales e Irlanda, respectivamente.

El Imperio Terrestre Inglés bajo la reina Isabel I

La reina Isabel I gobernó de 1558 a 1603, siendo la última de los monarcas Tudor. La popularidad e importancia de su reinado sellaron su tiempo en el trono como la Era Isabelina, un periodo de orgullo nacional y crecimiento cultural dentro de Inglaterra. Hija del rey Enrique VIII y de Ana Bolena, la reina Isabel I no estaba inicialmente en línea para heredar el trono de su padre. Pero cuando tomó el poder, Isabel emuló a su padre al aprobar su propia Ley de Supremacía de 1558, afirmando su posición como jefa suprema de la Iglesia inglesa después de que su predecesor revocara ese derecho monárquico.

Bastante tolerante en su gobierno y autoridad religiosa, la reina Isabel I era bien conocida por ser protestante. Estableció la Iglesia Protestante en Inglaterra y a menudo se enfrentó a la Iglesia Católica. Más tarde, la reina Isabel supervisó la guerra de Inglaterra contra España en la Guerra Anglo-Española, durante la cual la Armada española católica fue asolada por una terrible tormenta mientras estaba en el mar. Estos "Vientos Protestantes", como se les conoció más tarde, aseguraron el reinado de Isabel y el poder predominante del protestantismo dentro de Inglaterra.

Consolidación del Imperio Terrestre Inglés

Tras el fin de la monarquía Tudor en Inglaterra, los británicos se verían envueltos en más conflictos europeos. La Guerra Civil Ingles a de 1642 a 1651 terminó con Oliver Cromwell en el poder, un líder puritano militarista que cometió atrocidades dentro de su país.

Más tarde, Inglaterra se vio inmersa en la masiva Guerra de Sucesión Española de principios del siglo XVIII, continuando así la implicación de Inglaterra en las guerras europeas. Aunque Inglaterra no tuvo éxito en la conquista de la Europa continental, continuó la consolidación de las Islas Británicas cuando Gales y Escocia se unificaron oficialmente con Inglaterra como Reino de Gran Bretaña en 1707. Menos de un siglo después, Irlanda del Norte se uniría a Gran Bretaña para crear el Reino Unido, la extensión completa y moderna del Imperio Terrestre Inglés dentro de las Islas Británicas.