La Era Industrial

La industrialización de la Edad Dorada

La Edad Dorada fue un periodo de la historia estadounidense que coincidió aproximadamente con la segunda Revolución Industrial. El nombre procede de un libro de Mark Twain y Dudley Warner titulado The Gilded Age: Un Cuento de Hoy. El título pretendía ser irónico, e insinuaba que bajo la superficie de los relucientes nuevos logros y la supuesta prosperidad de Estados Unidos había un oscuro y siniestro trasfondo. El hecho es que la mayoría de los estadounidenses pasaban apuros económicos. La Edad Dorada es conocida por producir a los industriales más ricos de todos los tiempos, conocidos como los Barones Ladrones y los Capitanes de la Industria.

Fig. 2 La Edad Dorada - Twain - 1874

Causas del crecimiento industrial durante la Edad Dorada

La expansión de las líneas telegráficas y ferroviarias hizo que el intercambio de información e ideas fuera mucho más eficaz. Los avances anteriores en la fabricación del acero y el hierro condujeron a grandes avances en la fábrica moderna y la producción de piezas intercambiables. La electrificación de la fábrica, así como los avances en agua y saneamiento, pronto dieron paso a la cadena de montaje, tan crucial para el desarrollo de la industria automovilística.

Fig. 3 Mural de 1941 de William Gropper sobre una fábrica de automóviles

Nuevas tecnologías

Los avances tecnológicos supusieron un nuevo nivel de vida para quienes vivían en Estados Unidos. Se introdujeron aparatos novedosos que revolucionarían la vida cotidiana y la industria. Entre ellos estaban la aspiradora, el frigorífico, las máquinas de coser y muchos más. La revolución de las comunicaciones se completó con la invención del teléfono por Alexander Graham Bell.

Fig. 4 Dibujo de Bell para su solicitud de patente de un primitivo aparato de fax

Las mejoras en la industria ferroviaria se habían estado desarrollando desde la Guerra Civil, lo que condujo a grandes avances en el ámbito del transporte. Ahora se podían transportar mercancías a través del país de forma barata. La introducción del nuevo proceso Bessemer en la fabricación del acero supuso mejoras en la calidad del acero, lo que fortaleció el sistema ferroviario y también la fabricación. La gran contribución de Henry Ford a la producción en la Edad Dorada fue su invención de la cadena de montaje, ideada para la producción del Modelo T. En la década de 1920, había 5 de estos coches en la carretera por cada persona.

Una oleada de inmigración

Cuando empezaron a abrirse fábricas electrificadas y oficinas en las ciudades, enormes oleadas de inmigrantes descendieron a EEUU en busca de trabajo. Sin embargo, los caminos no estaban pavimentados con oro, ni mucho menos. En muchos casos, las condiciones de trabajo dejaban mucho que desear. Las horas de trabajo habían aumentado en las oficinas con la llegada de la electricidad. Este aumento provocó una drástica disminución de la calidad de vida de muchos trabajadores.

Fig. 5 Imagen de la oleada de inmigrantes

Problemas sociales durante la era industrial

La industrialización y la consiguiente afluencia de millones de inmigrantes, junto con el traslado de trabajadores del medio rural a entornos urbanos en rápida expansión, significó que estas personas necesitaban algún tipo de alojamiento. Por desgracia, este movimiento no tenía precedentes, y la infraestructura existente no podía acomodar a los recién llegados. El desarrollo de la tecnología industrial simplemente superó la capacidad de proporcionar vivienda y saneamiento a los trabajadores, y sin un sentido lógico de la planificación urbana, muchos se deslizaron entre las grietas.

Los pobres vivían con sus familias en condiciones de hacinamiento en conventillos y chabolas. Como en estos edificios no había calefacción ni saneamiento, ni seguro médico, millones murieron de enfermedades. Sin embargo, la existencia de estas viviendas era un arma de doble filo para muchos: aunque plagadas de problemas, las casas de vecindad y los barrios bajos proporcionaban un valioso sentido de pertenencia y comunidad a las familias inmigrantes étnicas.

Estratificación social

Las diferencias de ingresos entre las clases en América contribuyeron a la estratificación social o disposición de la sociedad en clases o grupos dispares. En la Edad Dorada se produjo la brecha más pronunciada entre estratos sociales hasta ese momento. De hecho, sólo el diez por ciento de la población del país poseía el 90% de la riqueza.

Barones ladrones y capitanes de la industria

Las disparidades de ingresos entre las clases baja, media y alta crearon una gran división social y fomentaron mucho resentimiento hacia la élite y los magnates de los negocios que habían hecho sus fortunas a costa de otras personas menos afortunadas. Estos hombres de negocios habían aprovechado la abundancia de oportunidades que trajo consigo la Edad Dorada de la industrialización, pero eran muy odiados por la hoi polloi debido a su asociación con prácticas empresariales poco éticas.

Fig. 6 John Davison Rockefeller Senior, retrato de 1917 pintado por John Singer Sargent

Se trataba de líderes industriales de la talla de John D. Rockefeller, Cornelius Vanderbilt y Andrew Carnegie: supercapitalistas cuyos nombres quedaron grabados para siempre en la conciencia estadounidense como constructores de un imperio industrial.

Sin embargo, el término "Barones ladrones" distaba mucho de ser halagador; de hecho, era francamente hostil. Este título era indicativo de una fortuna construida sobre una ética cuestionable y un abuso de poder en pos de monopolios.

A los "Capitanes de la Industria" no les iba mucho mejor, aunque tenía una connotación ligeramente más positiva, ya que se refería a industriales ricos que a veces actuaban también como filántropos y cuya riqueza beneficiaba realmente a la sociedad. Sin embargo, debido a las diferencias de estatus social, ambos términos solían utilizarse indistintamente.

Impactos de la Era Industrial

El impacto de la Era Industrial significó que la nueva tecnología permitió una producción en masa como nunca antes se había visto. Las ciudades se convirtieron en bastiones de la industria y la fabricación. Los trabajadores acudieron en masa a estas aglomeraciones. El consiguiente aumento de la densidad provocó graves problemas en las condiciones de vida. Las familias vivían en viviendas precarias, estrechas y a menudo insalubres. La seguridad en el lugar de trabajo a menudo se veía comprometida. Estas condiciones de pobreza fueron una plaga en la vida urbana durante gran parte de la primera mitad del siglo XX.