La Guerra de los Treinta Años

Los acontecimientos clave de la Guerra de los Treinta Años

Ahora conocemos las diversas razones de un conflicto a tan gran escala. Sumerjámonos en los acontecimientos críticos del periodo, señalando las cuatro fases distintas de la Guerra de los Treinta Años.

Fecha de la Guerra de los Treinta Años

La Guerra de los Treinta Años fue precisamente eso. Se inició en 1618 en el Reino de Bohemia (dentro del Sacro Imperio Romano Germánico) y terminó treinta años después con la Paz de Westfalia en 1648. Desgranemos ahora los acontecimientos clave de cada fase.

La Fase Bohemia (1618 - 1625)

El Habsburgo, y futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Fernando II, se convirtió en rey de Bohemia en 1617. Se había aliado con los españoles y gobernaba territorios que incluían Bohemia, Austria y Hungría. Devoto creyente, Fernando II desacató la Paz de Augsburgo y obligó a todos los ciudadanos a ser católicos romanos.

Bohemia ansiaba ahora ser un estado independiente, y un ejército protestante bohemio sitió Pilsen a finales de ese año. Dirigidos por el general von Mansfeld, tuvieron éxito y se envalentonaron contra su nuevo rey. Después de que Fernando II se convirtiera en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en marzo de 1619, los rebeldes protestantes bohemios le derrocaron como rey en noviembre. El aliado protestante, Elector de la región renana del Palatinado, Federico V,conocido como el "Rey de Invierno" por su breve reinado, asumió el cargo.

Fernando II y sus aliados católicos recuperarían el control de la región al año siguiente. En la Batalla de la Montaña Blanca, cerca de Praga, en 1620, una Liga cat ólica derrotó decisivamente a las fuerzas protestantes bohemias.

Federico V perdió su corona en Bohemia y su cargo de Elector en el Palatinado, y los nobles católicos dominaron la corte en su región original. La derrota en la Batalla de la Montaña Blanca condujo a más victorias católicas de los Habsburgo en el Sacro Imperio Romano Germánico y en los Países Bajos antes de 1625.

La fase nórdico-danesa (1625 - 1630)

Tras estos éxitos, los Habsburgo se encontraban en una posición de inmensa fuerza con su dominio sobre España y el Sacro Imperio Romano Germánico. Su oposición eran las regiones protestantes, entre ellas Inglaterra, los Países Bajos, Suecia, Noruega-Dinamarca, Saboya, Venecia y Brandeburgo. La católica Francia también se puso del lado de la poderosa familia, temiendo un monopolio de los Habsburgo.

Sin embargo, en esta fase, sólo Noruega-Dinamarca estaba dispuesta a intervenir. Su rey, Cristián IV, era luterano y estaba financiado por mercenarios de Inglaterra y Francia. Intentó asegurar las zonas al norte del Sacro Imperio Romano Germánico en las que crecía la influencia católica. Sin embargo, las derrotas de Lutter-am-Barnberg en 1626 y de Wolgast en 1628 no le dejaron otra opción que aceptar el Tratado de Lübeck en 1629. Fernando II restableció sus fronteras anteriores a la guerra con la condición de que la participación de Noruega-Dinamarca terminara abruptamente.

La fase sueca (1630 - 1635)

Los suecos, dirigidos por el rey Gustavo Adolfo, tuvieron mucho más éxito. Enzarzados en una batalla continua con Polonia, dudaban en implicarse en otro conflicto. Tras la humillación de Dinamarca, Adolfo entró en el conflicto. Hizo gala de su destreza militar, expulsando a las fuerzas católicas y ganando la primera batalla de Breitenfeld, cerca de Leipzig, en 1631. Hasta su muerte en 1632, su liderazgo hizo que muchas fuerzas protestantes se unieran a su causa y estuvieran en una posición de fuerza. Esto cambió cuando el Sacro Imperio Romano Germánico contraatacó en la batalla de Nördlingen en 1634, aniquilando la resistencia sueca en los estados del sur de Alemania.

Al año siguiente, la Paz de Praga de 1635 disolvió la Liga Católica e indultó a la mayoría de los protestantes. Esto supuso el final del principal elemento religioso de la Guerra de los Treinta Años.

La fase francesa (1635 - 1648)

Con la Paz de Praga debilitando a las regiones protestantes de toda Europa, los franceses entraron en la guerra a pesar de su confesión católica. ¿Por qué? Estaban totalmente aterrorizados por el dominio de los Habsburgo en todo el continente.

La fase final de la Guerra de los Treinta Años se desarrolló en varios frentes. Examinemos una cronología de los momentos críticos antes de que finalmente concluyera.

La victoria francesa en Lens puso fin a la guerra. Los principales participantes firmaron dos tratados conocidos como la Paz de Westfalia en 1648.

Fig. 3 Luis de Borbón.

Resultados de la Guerra de los Treinta Años

Llamada así por la región donde nació, la Paz de Westfalia comprendía dos tratados separados, sellados en las ciudades de Münster y Osnabrück:

• Tratado Hispano-Holandés: Confirmó la creación de las Provincias Unidas de los Países Bajos.
• Tratado entre elSacro Imperio Romano Germánico, los príncipes alemanes, Francia y Suecia: Suecia obtuvo el control del mar Báltico y Francia ganó territorio en Renania.

Además de estas alteraciones territoriales, la constitución del Sacro Imperio Romano Germánico concedió la soberanía a los príncipes alemanes, que ahora tenían el control total de sus tierras. Por último, el calvinismo se convirtió en otra confesión aceptada dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.

Resumen de la Guerra de los Treinta Años

Tras la Paz de Westfalia, se produjeron cambios sísmicos en toda Europa. Los franceses pasaron a disfrutar de un periodo de dominación bajo Luis IV. Los holandeses también empezaron a demostrar su autoridad, y Guillermo de Orange se convirtió en rey de Inglaterra tras la Revolución Gloriosa de 1688. Como primer conflicto moderno a escala europea, la Guerra de los Treinta Años llegaría a tener un impacto considerable, junto con su resultado: el primitivo nacimiento de los estados-nación. El historiador Jason Farr comenta

La Guerra de los Treinta Años tuvo también un tremendo coste humano. Se calcula que el número total de muertos osciló entre 4 y 12 millones, de los cuales alrededor de medio millón se perdieron en la batalla. El exceso de muertes es testimonio de las condiciones de inanición y enfermedad en el Imperio durante el conflicto. Algunos creen que arrasó el 20% de todo el continente europeo, lo que significa que fue sin duda de una escala comparable a las dos guerras mundiales.