turcos selyúcidas

Orígenes

Los turcos selyúcidas procedían de un grupo de nómadas turcos llamados turcos oghuz, que emigraron desde las costas del mar de Aral. Los turcos oghuz eran conocidos en el mundo islámico como violentos incursores y mercenarios. Sin embargo, después del siglo X emigraron a Transoxiana y empezaron a entrar en contacto con mercaderes musulmanes, y poco a poco adoptaron el islam sunní como religión oficial.

Mapa de Asia Central (antigua Transoxiana), commons.wikimedia.org

En la década de 1030, los turcos selyúcidas entraron en conflicto con una dinastía rival, los gaznávidas, que también querían gobernar en Transoxiana. Los nietos de Seljuk, Tughril Beg y Chaghri, derrotaron a los gaznávidas en la batalla de Dandanaqan en 1040. Tras su victoria, los gaznávidas se retiraron de la región y el califa al-Qa'im de la dinastía abbasí envió a Tughril un reconocimiento oficial del dominio selyúcida sobre Jurasán (actual Irán oriental) en 1046.

En 1048-49 los selyúcidas realizaron su primer avance hacia territorio bizantino cuando atacaron la región fronteriza bizantina de Iberia, bajo el mando de Ibrahim Yinal, y se enfrentaron a las fuerzas bizantino-georgianas en la batalla de Kapetrou el 10 de septiembre de 1048. A pesar de que el ejército bizantino-georgiano contaba con 50.000 hombres, los selyúcidas los devastaron; huelga decir que no conquistaron la región. El magnate bizantino Eustathios Boilas comentó que la tierra se había vuelto "asquerosa e ingobernable".

En 1046, Chaghri se trasladó al este, a la región iraní de Kerman. Su hijo Quavurt convirtió la región en un sultanato selyúcida independiente en 1048. Tughril se trasladó al oeste, a Irak, donde atacó la base de poder del sultanato abbasí de Bagdad.

Establecimiento oficial del Gran Imperio Selyúcida

El establecimiento del Imperio selyúcida debe mucho a la habilidad y ambición del líder Tughril.

Bagdad ya había empezado a declinar antes de la llegada de Tughril, pues estaba llena de luchas internas entre los emires buyíes y sus ambiciosos funcionarios. Para los abbasíes era evidente que las fuerzas de Tughril eran más poderosas, así que, en lugar de combatirlas, les ofrecieron un lugar en su imperio.

Con el tiempo, Tughril ascendió en el escalafón y acabó por destituir a los emires buyíes para convertirlos en figuras decorativas del estado. También obligó al califa a concederle el título de Rey de Occidente y Oriente. De este modo, Tughril elevó el poder de los selyúcidas, ya que ahora se les consideraba un sultanato oficial y el poder secreto tras el trono abbasí.

Imagen de Tughril, https://commons.wikimedia.org

No obstante, Tughril tuvo que enfrentarse a varias rebeliones en Irak. En 1055, el califa abbasí Al Qa'im le encargó la reconquista de Bagdad, que había sido tomada por los emires buyíes. En 1058 se produjo una revuelta de las fuerzas turcomanas al mando de su hermano adoptivo Ibrahim Yinal. Aplastó la rebelión en 1060 y estranguló a Ibrahim con sus propias manos. Después se casó con la hija del califa abbasí, quien, como recompensa por sus servicios, le concedió el título de sultán.

Tughril impuso el islam sunní ortodoxo en todo el Gran Imperio Selyúcida. La legitimidad de su imperio descansaba en la aprobación del califato abbasí, que era sunní. Tuvo que proteger los ideales suníes del califato para mantener su poder. Lanzó una guerra santa (yihad) contra sectas chiíes como los fatimíes y los bizantinos, que eran considerados infieles.

¿Cómo interactuó el Imperio selyúcida con el Imperio bizantino?

A medida que el Imperio selyúcida se expandía, ponía sus miras en el Imperio bizantino y chocaba inevitablemente con él.

Cómo se expandió el Imperio

Tughril Beg murió en 1063, pero no tuvo heredero. Su sobrino, Alp Arslan (hijo mayor de Chagri) asumió el trono. Arslan amplió enormemente el imperio atacando Armenia y Georgia, que conquistó en 1064. En 1068, las relaciones entre el Imperio selyúcida y los bizantinos eran cada vez más hostiles, ya que los clanes vasallos de Arslan seguían haciendo incursiones en territorio bizantino, concretamente en Anatolia. Esto indujo al emperador Romanos IV Diógenes a adentrarse en Anatolia con su ejército, compuesto por griegos, eslavos y mercenarios normandos.

Las tensiones alcanzaron un punto álgido en la batalla de Manzikert, cerca del lago Van (en la actual Turquía), en 1071. La batalla fue una victoria decisiva para los selyúcidas, que capturaron a Romanos IV. Esto significó que el Imperio bizantino cedió su autoridad en Anatolia a los selyúcidas. A partir de 1077 gobernaron toda Anatolia.

El ejército selyúcida también se enfrentó a los georgianos, que consiguieron retener Iberia. En 1073, los emires de Ganja, Dvin y Dmanisi invadieron Georgia, pero fueron derrotados por Jorge II de Georgia. No obstante, un ataque de represalia del emir Ahmad en Kvelistsikhe capturó un importante territorio georgiano.

Organización de los territorios capturados

Arslan permitió a sus generales que crearan sus propios municipios en la antigua Anatolia. En 1080, los turcos selyúcidas habían establecido su control hasta el mar Egeo bajo numerosos beyliks (gobernadores).

El Imperio de Malik Shah

Malik Shah demostraría ser uno de los mayores líderes del Imperio selyúcida y, bajo su mandato, alcanzó su máximo esplendor territorial.

Apogeo territorial

Arslan murió en 1076, dejando a su hijo Malik Shah como heredero al trono. Bajo su liderazgo, el Imperio selyúcida alcanzó su apogeo territorial, extendiéndose desde Siria hasta China. En 1076, Malik Shah I irrumpió en Georgia y redujo muchos asentamientos a ruinas. A partir de 1079, Georgia tuvo que aceptar a Malik Shah como líder y pagarle un tributo anual. El califa abbasí le nombró sultán de Oriente y Occidente en 1087 y su reinado se consideró la "Edad de Oro de los selyúcidas".

Comienza la fractura

A pesar de que el Imperio alcanzó su punto más alto durante el reinado de Malik, también fue la época en que la fractura se convirtió en un rasgo destacado. Las rebeliones y los conflictos con las naciones vecinas debilitaron el Imperio, que se había hecho demasiado grande para mantener la unidad interna. La persecución de los musulmanes chiíes condujo a la creación de un grupo terrorista llamado Orden de los Asesinos. En 1092, la Orden de Asesinos mató al visir Nizam Al-Mulk, un golpe que sólo se agravaría con la muerte de Malik Shah sólo un mes después.

¿Cuál fue la importancia del Imperio selyúcida?

La creciente división en las filas del Imperio Selyúcida pondría fin a su dominio de siglos.

El Imperio selyúcida dividido

Malik Shah murió en 1092 sin designar heredero. En consecuencia, su hermano y sus cuatro hijos se disputaron el derecho a gobernar. Finalmente, Malik Shah fue sucedido en Anatolia por Kilij Arslan I, que fundó el sultanato de Rum, en Siria por su hermano Tutush I, en Persia (actual Irán) por su hijo Mahmud, en Bagdad por su hijo Muhammad I y en Jorasán por Ahmd Sanjar.

La Primera Cruzada

La división creó luchas constantes y alianzas divididas dentro del Imperio, lo que disminuyó considerablemente su poder. A la muerte de Tutush I, sus hijos Rdwan y Duqaq se disputaron el control de Siria, dividiendo aún más la región. En consecuencia, cuando comenzó la Primera Cruzada (tras el llamamiento del papa Urbano a la guerra santa en 1095), estaban más preocupados por mantener sus posesiones en el Imperio que por luchar contra las amenazas externas.

• La Primera Cruzada terminó en 1099 y creó cuatro Estados Cruzados a partir de territorios anteriormente controlados por los Slejuk. Se trataba del Reino de Jerusalén, el Condado de Edesa, el Principado de Antioquía y el Condado de Trípoli.

La Segunda Cruzada

A pesar de las fracturas del Imperio, los selyúcidas consiguieron reconquistar algunos de sus territorios perdidos. En 1144, Zenghi, soberano de Mosul, capturó el condado de Edesa. Los cruzados atacaron Damasco, una base de poder clave para el imperio selyúcida, organizando un asedio en 1148.

En julio, los cruzados se reunieron en Tiberíades y marcharon hacia Damasco. Contaban con 50.000 hombres. Decidieron atacar por el oeste, donde los huertos les proporcionarían víveres. Llegaron a Darayya el 23 de julio, pero fueron atacados al día siguiente. Los defensores de Damasco habían pedido ayuda a Saif ad-Din I de Mosul y a Nur ad-Din de Alepo, y éste había dirigido personalmente un ataque contra los cruzados.

Los cruzados fueron empujados hacia atrás, alejándose de las murallas de Damasco, lo que les hizo vulnerables a las emboscadas y a los ataques de la guerrilla. La moral estaba por los suelos y muchos cruzados se negaron a continuar con el asedio. Esto obligó a los líderes a retirarse a Jerusalén.

Desintegración

Los selyúcidas conseguirían rechazar tanto la Tercera como la Cuarta Cruzada. Sin embargo, esto se debió más a que los propios cruzados estaban divididos que a su propia fuerza. La división aumentaba con cada nuevo sultán, lo que ponía al Imperio en una posición vulnerable frente a los ataques. Aparte de la Tercera Cruzada (1189-29) y la Cuarta Cruzada (1202-1204), los selyúcidas tuvieron que hacer frente a los continuos ataques de los qara jitanos en 1141, que agotaron sus recursos.

Tughril II, el último gran sultán del imperio, cayó en batalla contra el sha del imperio de Khwarezm. En el siglo XIII, el Imperio se había desintegrado en pequeñas regiones gobernadas por diversos beylicks (gobernantes de las provincias del Imperio selyúcida). El último sultán selyúcida, Mesud II, murió en 1308 sin ningún poder político real, dejando que los diversos beylicks lucharan entre sí por el control.