¿Cuál es la finalidad de utilizar algoritmos hash en la seguridad informática?
La finalidad de utilizar algoritmos hash en la seguridad informática es garantizar la integridad de los datos, asegurar su autenticidad y proteger información sensible mediante la creación de huellas digitales únicas que dificultan la alteración o el acceso no autorizado, ya que cualquier cambio en los datos original se refleja en un hash diferente.
¿Cómo funcionan los algoritmos hash en la verificación de integridad de datos?
Los algoritmos hash generan un resumen o "hash" único para un conjunto de datos. Durante la verificación de integridad, se compara el hash almacenado con el hash recalculado del mismo conjunto de datos. Si los hashes coinciden, los datos no han sido modificados. Una discrepancia señala posibles alteraciones.
¿Cómo se eligen los algoritmos hash adecuados para proteger contraseñas almacenadas?
Para proteger contraseñas almacenadas, se eligen algoritmos hash que sean seguros y resistentes a ataques, como bcrypt, scrypt o Argon2. Estos algoritmos están diseñados para ser lentos y consumen recursos, lo que dificulta los ataques de fuerza bruta. Además, es importante utilizar una sal única para cada contraseña, añadiendo una capa adicional de seguridad.
¿Cuáles son las diferencias entre los algoritmos hash más comunes, como MD5, SHA-1 y SHA-256?
MD5, SHA-1 y SHA-256 son algoritmos hash que difieren principalmente en su longitud de salida y seguridad. MD5 produce un resumen de 128 bits, mientras que SHA-1 genera 160 bits, ambos considerados inseguros hoy. SHA-256 ofrece un resumen de 256 bits, proporcionando mayor seguridad y resistiendo mejor los ataques criptográficos actuales.
¿Qué factores deben considerarse al actualizar a un nuevo algoritmo hash más seguro?
Al actualizar a un nuevo algoritmo hash más seguro, se deben considerar factores como la compatibilidad con sistemas existentes, el costo de implementación, el nivel de seguridad ofrecido frente a ataques actuales, y la duración estimada de su vigencia antes de volverse obsoleto frente a avances criptográficos.