Sin embargo, ¿cómo podemos investigar la conformidad y los factores que la afectan en un laboratorio? En los años 50, Solomon Asch abordó este problema y creó un procedimiento de laboratorio reproducible para observar la conformidad.
Desmarcarse de un grupo puede amenazar nuestra necesidad de pertenencia, freepik.com
El experimento de conformidad de Asch
Para estudiar los efectos de la presión de grupo en un entorno de laboratorio, Asch (1951, 1956) investigó si los juicios de los participantes en una sencilla tarea de percepción visual se verían afectados por la presión de grupo. La muestra estaba formada por 123 estudiantes varones estadounidenses.
Se utilizó el engaño para provocar la conformidad. Los participantes tomaron parte en una tarea en grupo y no sabían que eran el único sujeto del experimento. Los participantes pensaban que eran miembros de un grupo más amplio que emitía los juicios. Conocieron a los demás miembros del grupo que participaban en la tarea, sin saber que eran confederados.
Confederados son actores que fingen ser participantes en un exper imento.
Después de presentar los estímulos al grupo en algunos ensayos, todos los demás miembros del grupo dieron unánimemente una respuesta errónea a la tarea. Los participantes tenían que decidir si dar la respuesta correcta y destacar entre los demás miembros del grupo o si conformarse con el grupo que se equivoca y evitar la ansiedad de ser el raro.
Este paradigma experimental fue el primero en investigar la conformidad en relación con una tarea no ambigua. Anteriormente, la conformidad se investigaba mediante tareas ambiguas que requerían cierta interpretación; a menudo, los participantes no estaban seguros de cuál era la respuesta correcta, por lo que confiaban en las respuestas de los demás. Este tipo de conformidad está relacionada con nuestra necesidad de tener razón. Utilizar una tarea no ambigua nos permite comprender si la conformidad se produce en situaciones en las que sabemos que el grupo es incorrecto. Se puede argumentar que este tipo de conformidad está relacionada con nuestra necesidad de caer bien al grupo o simplemente con la necesidad de encajar.
El experimento de conformidad de Asch: hipótesis
Asch planteó la hipótesis de que en los ensayos críticos, cuando los demás miembros del grupo (confederados) dan unánimemente una respuesta incorrecta a la tarea, los participantes se amoldarán al grupo y darán la misma respuesta que los demás, aunque sepan que es incorrecta.
El experimento de conformidad de Asch: procedimiento
Asch utilizó una tarea de percepción visual no ambigua para medir la conformidad. Los estímulos experimentales consistían en una línea estándar y tres líneas de comparación. Los participantes tenían que emitir juicios sobre qué línea de comparación coincidía con la longitud de la línea estándar.
En la condición de control, los participantes emitieron juicios sobre las líneas solos, sin ninguna influencia del grupo para establecer la dificultad de la tarea.
En la condición experimental, los participantes tuvieron que emitir juicios en grupos de 7 a 9 personas.
Tras la presentación de los estímulos experimentales, cada miembro del grupo debía expresar su respuesta públicamente.
Los participantes eran los penúltimos en expresar su juicio, lo que significa que oían las respuestas de casi todo el grupo antes de expresar la suya.
La tarea se repitió 18 veces (18 ensayos). En 12 de los ensayos, los confederados dieron por unanimidad una respuesta errónea a la tarea (eligieron una línea más larga o más corta que la línea original). Éstos fueron los ensayos experimentales críticos que midieron la conformidad.
Experimento de conformidad de Asch: resultados
En ausencia del grupo, cuando los participantes hacían juicios solos acertaban más del 99% de las veces, lo que sugiere que la tarea era obvia.
La mayoría de los participantes (75%) se ajustaron al grupo al menos una vez en la condición experimental. La mitad de los participantes se conformaron en al menos el 50% de los 12 juicios críticos. Por término medio, el 37% de los participantes se conformaron en cada uno de los doce ensayos críticos.
Cuando se les preguntó por qué se conformaron, algunos participantes admitieron que empezaron a dudar de la exactitud de su percepción, y otros se conformaron para no destacar entre el resto del grupo. La motivación de la mayoría para conformarse fue evitar el rechazo social. Por tanto, puede concluirse que se conformaron debido a la influencia social normativa.
Resumen del experimento de conformidad de Asch
En pocas palabras, el experimento de conformidad de Asch investigó el grado de conformidad en relación con una tarea obvia (emparejar la longitud de una línea con líneas de comparación).
Cada participante fue sometido a la prueba en un grupo de confederados. En los 12 ensayos críticos, los confederados daban por unanimidad una respuesta incorrecta, presionando al participante para que se conformara con el resto del grupo. Bajo la influencia de la presión del grupo, los participantes experimentaron angustia relacionada con el miedo al rechazo. El 37% de los participantes se conformó en un ensayo crítico medio, y el 75% se conformó al menos una vez.
El experimento de conformidad de Asch: evaluación
El estudio de Asch fue una de las primeras investigaciones experimentales sobre la conformidad y nos ha ayudado a comprender cómo podemos conformarnos a menudo. Sin embargo, no está exento de limitaciones.
Validez de las conclusiones
El estudio de la conformidad de Asch fue un experimento de laboratorio, que permitió controlar las posibles variables de confusión y, por tanto, tiene una gran validez interna y mínimos problemas con las variables extrañas. Sin embargo, ha sido criticado por su escasa validez ecológica. La tarea utilizada es artificial y bastante diferente de cómo experimentamos la conformidad en nuestra vida cotidiana.
Generalizabilidad
La muestra de Asch estaba formada sólo por estudiantes varones estadounidenses, lo que limita la generalizabilidad de los resultados a la población en general y podría no reflejar la conformidad en todas las culturas. EE.UU. es una cultura individualista; se puede argumentar que el grado de conformidad sería mayor en las culturas colectivistas que hacen más hincapié en el grupo. También es posible que la conformidad difiera en las mujeres en comparación con los hombres, ya que en muchas culturas las mujeres pueden estar más orientadas a mantener las relaciones sociales.
Réplicas fallidas
Posteriormente, Perrin y Spencer (1980) replicaron el experimento de Asch en una muestra de estudiantes de Ingeniería del Reino Unido. En 396 ensayos, sólo un participante se conformó. Algunos han argumentado que esta réplica fallida sugiere que las conclusiones de Asch se limitaban a su época (la población de Estados Unidos en la década de 1950) y no se aplicaban necesariamente a otros contextos. También es posible que un mayor grado de pericia y confianza de los estudiantes de Ingeniería impidiera la conformidad en esta tarea.
El experimento de conformidad de Asch: cuestiones éticas
La primera cuestión ética a considerar en relación con el experimento de Asch es el uso del engaño. Se engañó a los participantes sobre el carácter del estudio (pensaban que participaban en un experimento de prueba visual) y sobre los demás miembros del grupo (pensaban que los confederados eran participantes reales). Aunque engañar a los participantes no es ético, se puede argumentar que era necesario para llevar a cabo este entorno. Si los participantes supieran que el estudio investigaba la conformidad y que ellos eran el único sujeto, no se conformarían.
Otra cuestión es la falta de protección frente al daño. La experiencia de ser el único que percibe las líneas de forma diferente y da respuestas distintas a las del grupo fue angustiosa para la mayoría de los participantes. Después del experimento, los participantes afirmaron experimentar miedo al rechazo o ansiedad relacionada con la presión de conformarse. Durante el experimento, no se protegió a los participantes de la angustia. Sin embargo, tras el exper imento se les informó y participaron en una entrevista sobre su experiencia, lo que pudo reducir su angustia.
Variaciones del experimento de conformidad de Asch
Asch realizó múltiples variaciones de su experimento original para investigar qué factores afectan al grado de conformidad con una influencia mayoritaria claramente incorrecta y tener en cuenta los factores situacionales.
Tamaño del grupo
Para investigar cómo influye el tamaño del grupo en los índices de conformidad, Asch (1956) puso a prueba a participantes en grupos de entre 2 y 15 personas. Cuando sólo había un confederado presente, la conformidad descendía al 3%. Cuando había dos confederados, la conformidad aumentaba rápidamente hasta el 13,6%. Cuando había tres confederados, la conformidad alcanzaba el 33% y se estabilizaba al aumentar el número de confederados.
Estos resultados sugieren que un grupo de menor tamaño reduce la conformidad. Sin embargo, hasta 3 personas más pueden ser una fuente de presión para conformarse.
Anonimato
En una de las variaciones del experimento de Asch, los participantes escribieron sus respuestas en privado, sin revelarlas públicamente a los demás miembros del grupo. El anonimato disminuyó la conformidad. Sólo el 12,5% de los participantes se conformaron en esta variación del estudio. Sin embargo, es importante señalar que incluso cuando los participantes podían dar respuestas anónimas, algunos seguían estando influidos por el grupo.
Dificultad de la tarea
Para examinar cómo influye la dificultad de la tarea en nuestra tendencia a confiar en los juicios de los demás, Asch realizó una variación de su estudio pero con diferencias menores entre las líneas de comparación. Como las líneas de comparación estaban mucho más juntas en longitud, coincidir con la línea estándar se hacía más difícil. Asch informó de que cuando aumenta la dificultad de la tarea, también aumenta la conformidad. Este efecto puede atribuirse a la influencia social informativa.
La influencia social informativa se produce cuando no estamos seguros de cuál es el comportamiento correcto en una situación concreta, por lo que nos guiamos por lo que hacen los demás.
Experimentos de Conformidad de Asch - Conclusiones clave
Para estudiar los efectos de la presión de grupo en un entorno de laboratorio, Asch (1951, 1956) investigó si los juicios de los participantes en una sencilla tarea de percepción visual se verían afectados por la presión de grupo.
La muestra de Asch estaba formada por 123 estudiantes varones estadounidenses. Cada participante se sometió a la prueba en un grupo de confederados.
Asch planteó la hipótesis de que cuando los confederados den unánimemente una respuesta incorrecta a la tarea en los ensayos críticos, los participantes se conformarán con el grupo, aunque sepan que éste es incorrecto.
Asch utilizó una tarea de percepción visual no ambigua para medir la conformidad. Los estímulos experimentales consistían en una línea estándar y tres líneas de comparación.
Bajo la influencia de la presión del grupo, los participantes experimentaron angustia relacionada con el miedo al rechazo. El37% de los participantes se conformó en un ensayo crítico medio, y el 75% se conformó al menos una vez.
El estudio de Asch (1951) fue criticado por su escasa validez ecológica y el uso limitado de la muestra. Las réplicas fallidas también cuestionan la transferibilidad de las conclusiones de Asch entre culturas y épocas.
El estudio plantea cuestiones éticas que el uso del engaño y la falta de protección frente al daño psicológico.
Variaciones del experimento de Asch descubrieron que el tamaño del grupo, el anonimato y la dificultad de la tarea afectan a la conformidad, junto con la unanimidad.
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