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Esposible que hayas experimentado temblores, aumento de la frecuencia cardiaca y de la respiración cuando estás sometido a estrés; todo ello forma parte de la respuesta de "lucha o huida".
Definición de la respuesta de lucha o huida
La respuesta de lucha o huida es una forma que tiene el cuerpo de responder a amenazas que pueden ser reales o imaginarias. La ansiedad ante un plazo inminente puede activar esta respuesta del mismo modo que podría hacerlo el ataque de un oso.
Tras detectar una amenaza, el cerebro se comunica con el sistema nervioso autónomo, cambiando su activación de parasimpática a simpática.
La respuesta de lucha o huida puede definirse como una respuesta de estrés que implica la activación del sistema nervioso simpático y la liberación de hormonas del estrés (adrenalina) para aumentar nuestras posibilidades de supervivencia en situaciones de amenaza.
El sistema nervioso autónomo en situaciones de estrés
En ausencia de factores estresantes o amenazas, se activa la división parasimpática del sistema nervioso autónomo (SNA). Cuando se detectan amenazas, la actividad del sistema nervioso autónomo cambia a la rama simpática del SNA.
El sistema nervioso autónomo controla acciones involuntarias como la respiración, la frecuencia cardiaca, la digestión o la tensión arterial.
El sistema nervioso autónomo consta de dos divisiones: simpática y parasimpática.
- La división paras impática actúa como un "freno", es responsable de la actividad de "reposo y digestión". Implica la digestión de los alimentos, el almacenamiento de energía y la ralentización de la frecuencia cardiaca y la respiración.
- La división simpática actúa como un "acelerador". Es responsable de activar la respuesta de lucha o huida e implica la liberación rápida de energía a los músculos, la dilatación de las pupilas, la aceleración de la frecuencia cardiaca, el aumento de la tensión arterial y la inhibición de la digestión.
Ejemplos de respuesta de lucha o huida
En el siguiente texto, averigua más sobre los procesos implicados en la respuesta de lucha o huida.
Cómo funciona la respuesta de lucha o huida: respuesta de lucha o huida de la adrenalina
La respuesta de lucha o huida comienza con la activación de la amígdala, una región cerebral que responde a emociones como el miedo, lo que desencadena la activación del hipotálamo.
El hipotálamo se comunica con el sistema nervioso autónomo y activa la división simpática. El sistema nervioso simpático se comunica con las glándulas suprarrenales (encima de los riñones) que liberan una hormona llamada adrenalina (epinefrina). La liberación de adrenalina hace que el hígado libere la energía almacenada en forma de glucosa en el torrente sanguíneo, aumenta la frecuencia cardiaca, la tensión arterial la frecuencia respiratoria y detiene la digestión.
Este proceso puede parecer largo, pero ocurre instantáneamente. La respuesta de lucha o huida de nuestro cuerpo puede producirse antes de que seamos conscientes de la amenaza.
Si alguien te lanza un objeto, la respuesta de lucha o huida te permite responder rápidamente. Debido a la liberación instantánea de energía en el torrente sanguíneo, tus músculos reaccionan rápidamente y puedes esquivar el objeto o incluso atraparlo.
Cuando te das cuenta de que tienes una fecha límite importante al día siguiente, también puede desencadenarse la respuesta de lucha o huida; puedes experimentar un aumento de los latidos del corazón, una mayor concentración y determinación para terminar el trabajo antes de la fecha límite, a medida que tu cuerpo entra en estado de alerta total.
El papel de la adrenalina en la respuesta de lucha o huida
La adrenalina es una hormona que se segrega en momentos de estrés o excitación. Pueden ser, por ejemplo, hacer puenting, hablar en público, hacer un examen importante o huir de depredadores. Al segregarse, la adrenalina libera grandes cantidades de energía en el torrente sanguíneo, lo que permite a los músculos utilizar rápidamente esta energía para sobrevivir a la amenaza huyendo rápidamente o luchando.
Los efectos de la descarga de adrenalina
Después de que el sistema nervioso simpático desencadene la liberación de adrenalina, hace que el hígado libere glucosa que los músculos pueden utilizar rápidamente como energía. La glucosa fácilmente disponible permite a los músculos utilizarla rápidamente para luchar o huir.
- La adrenalina también acelera el ritmo cardiaco y ralentiza la digestión.
- Una frecuencia cardiaca más rápida aumenta el flujo sanguíneo a órganos importantes como el corazón y los músculos importantes, de modo que la energía puede utilizarse para aumentar la supervivencia.
- Ralentizar la digestión significa que puede ir más energía a los músculos para huir o luchar, aumentando nuestras posibilidades de supervivencia al encontrarnos con un depredador.
- La adrenalina también desencadena la producción de sudor, que ayuda a regular la temperatura corporal, y la dilatación de las pupilas, que aumenta la visión para detectar o responder más rápidamente a una amenaza.
La activación del eje HPA: Estrés prolongado
La respuesta del eje HPA implica al hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales.Esta respuesta tarda más (minutos u horas) que la respuesta instantánea de la adrenalina e implica la respuesta simpaticomedular.
- Después de que disminuyan los efectos rápidos de la liberación de adrenalina y el hipotálamo siga señalando la presencia de una amenaza, el hipotálamo libera la hormona liberadora de corticotropina (CRH).
- La CRH viaja hasta la hipófisis anterior y la estimula, y libera la hormona adrenocorticotrópica (ACTH).
- La ACTH viaja por todo el cuerpo y desencadena la liberación de cortisol de la corteza suprarrenal (las zonas externas de las glándulas suprarrenales).
- Esto hace que aumenten los niveles de azúcar en sangre, ya que las proteínas se convierten en glucosa para obtener energía.
Al igual que la adrenalina, el cortisol también eleva el nivel de glucosa en sangre. Suprime la función del sistema inmunitario y otros procesos "no esenciales" en momentos de amenaza (por ejemplo, la digestión), lo que puede tener importantes efectos negativos a largo plazo sobre la salud.
El estrés es normal y a veces es bueno para nosotros; nos ayuda a hacer las cosas (aunque ya no necesitamos huir de los osos tan a menudo). Sin embargo, si el estrés persiste y el cuerpo se pone en un estado constante de "lucha o huida", puede afectar gravemente a nuestra salud.
Efectos de la respuesta de lucha o huida
A corto plazo, la respuesta de lucha o huida es beneficiosa para nosotros; nos permite concentrarnos más intensamente, luchar o huir en situaciones peligrosas y rendir mejor cuando estamos bajo presión. Sin embargo, a largo plazo, si experimentamos crónicamente las consecuencias fisiológicas del estrés, éste puede afectar negativamente al organismo.
Los médicos a menudo tienen que tomar decisiones rápidas de vida o muerte bajo presión. En este caso, la respuesta de lucha o huida puede ser beneficiosa; la liberación de adrenalina puede afectar a la motivación y concentración de los médicos para que puedan tomar rápidamente una decisión.
Estrés crónico y salud física
El estrés crónico puede causar dolores de cabeza, problemas cardiovasculares, problemas digestivos y mayores probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o un ictus. El estrés puede incluso disminuir la función del sistema inmunitario, haciendo que las personas estresadas sean más propensas a coger resfriados u otras enfermedades infecciosas.
Estrés crónico y salud mental
El estrés crónico también puede tener efectos negativos en la salud mental. La exposición prolongada a la adrenalina y el cortisol puede asociarse a problemas como la ansiedad y la depresión, mermar la capacidad de concentración o incluso ser un factor de riesgo de adicciones.
El papel del sistema nervioso parasimpático
Cuando pasa la percepción de la amenaza, el sistema nervioso autónomo activa la división parasimpática para ayudar al cuerpo a relajarse y restablecer el funcionamiento normal del sistema inmunitario y la digestión.
El cuerpo vuelve al "estado de reposo y digestión", y el sistema nervioso parasimpático ralentiza la respiración y la frecuencia cardiaca. Los vasos sanguíneos se dilatan, disminuyendo la tensión arterial. La glucosa vuelve a almacenarse y la actividad digestiva vuelve a la normalidad.
Tras la respuesta de estrés, el sistema nervioso parasimpático nos ayuda a volver de nuevo al estado de "reposo y digestión", freepik.com
La respuesta de lucha o huida - Puntos clave
- La respuesta de lucha ohuida es una forma que tiene el organismo de responder a las amenazas. Implica la activación del sistema nervioso simpático y la liberación de hormonas del estrés (adrenalina) para aumentar nuestras posibilidades de supervivencia en situaciones de amenaza.
- El sistema nervioso autónomo controla acciones involuntarias como la respiración, la frecuencia cardiaca, la digestión o la tensión arterial. Está formado por el simpático (activa la respuesta de lucha o huida) y el parasimpático (activa la respuesta de descanso y digestión).
- La respuesta de lucha o huida se produce instantáneamente, mientras que la respuesta del eje HPA es más lenta.
- La respuesta de lucha o huida comienza con la activación de la amígdala, que desencadena la activación del hipotálamo. El hipotálamo se comunica con el sistema nervioso autónomo, y se activa la división simpática del sistema nervioso.
- El sistema nervioso simpático se comunica con las glándulas suprarrenales que liberan una hormona llamada adrenalina.
- La respuesta de lucha o huida puede ser beneficiosa y ayudarnos a rendir bajo presión, pero el estrés crónico tiene graves repercusiones negativas en nuestra salud mental y física.
- Tras la respuesta de lucha o huida, el sistema nervioso parasimpático ayuda al cuerpo a volver al estado de reposo y digestión.
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