Escucha

La definición de audición

La audición es uno de los cinco sentidos. Es extremadamente importante para la supervivencia de nuestra especie. La audición nos permite detectar el peligro cuando otros sentidos están disminuidos, como por la noche, cuando nuestra visión es escasa. La audición se define como la capacidad de percibir y procesar los sonidos de nuestro entorno. Al igual que los demás sentidos, la audición sirve a fines evolutivos adaptables.

¿Y si su audición no funciona correctamente? La sordera afecta a casi 600.000 personas en EEUU. Cerca de 30 millones de personas de 12 años o más sufren pérdida de audición. La hipoacusia o sordera unilateral es la pérdida de audición en un oído. La hipoacusia o sordera bilateral es la pérdida de audición en ambos oídos. Los problemas de audición pueden producirse en cualquier parte del sistema auditivo: en el tímpano, en el nervio principal o en el tronco y la corteza cerebral. Los dos tipos principales de pérdida de audición son la pérdida de audición conductiva y la pérdida de audición neurosensorial.

La pérdida de audiciónconductiva se refiere a la pérdida de audición relacionada con el oído externo y medio. Este tipo de pérdida auditiva a veces puede corregirse con cirugía. La pérdida auditiva neurosensorial suele producirse tras un daño en el oído interno. Es una causa frecuente de pérdida de audición permanente. La presbiacusia, o pérdida de audición relacionada con la edad, suele ser un trastorno de pérdida auditiva neurosensorial. Hay muchas causas comunes de pérdida de audición, como traumatismos, enfermedades neurológicas, envejecimiento, enfermedades del desarrollo, etc.

Fg. 1 El oído externo, pixabay.com

La importancia de la audición

La audición es esencial para toda una serie de actividades sociales, y desempeña un papel importante para mantenernos seguros. Aún es posible comunicarse con los demás si eres sordo, ¡pero sin duda es más fácil con la capacidad de oír sonidos! Participar en entornos de equipo y mantener relaciones es más difícil sin audición, sobre todo en entornos donde la gente no conoce la lengua de signos.

Estudios recientes indican que la pérdida de audición, especialmente en edades avanzadas, puede estar asociada a un mayor riesgo de demencia. Los individuos con una pérdida de audición superior a 25 decibelios (dB ) tenían un mayor riesgo de desarrollar demencia, y los que tenían una pérdida de moderada a grave tienen 5 veces más probabilidades de desarrollar demencia. Los decibelios (dB) son las unidades en que se mide el sonido. Los decibelios se miden en grupos de 10. Un aumento de 10 significa que un sonido será 10 veces más fuerte: 20 dB es 10 veces más fuerte que 10 dB.

El proceso auditivo

El procesoauditivo es maravillosamente complejo. Las estructuras anatómicas del oído trabajan conjuntamente para producir la audición. El proceso auditivo puede dividirse en seis pasos. Un problema en cualquiera de estos pasos puede provocar una pérdida de audición.

La anatomía del oído

Antes de ver los seis pasos de la audición, debes conocer las distintas partes del oído. El oído tiene tres secciones: el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído externo incluye el pabellón auricular, el conducto auditivo y la membrana timpánica. Las deformidades del pabellón auricular, las obstrucciones de los conductos auditivos o los problemas de la membrana timpánica pueden causar problemas de audición.

El pabellón auricular es la oreja propiamente dicha, o la parte del oído que puedes tocar. El conducto auditivo es la parte del oído que se extiende desde el orificio exterior hasta el tímpano. La membrana timpánica también se conoce como tímpano. Es una membrana tensa pero flexible que vibra con el sonido.

El oído medio contiene las estructuras necesarias para la conducción y la amplificación. En el oído medio hay tres estructuras llamadas huesecillos : los tres huesos del oído medio. La conducción en la audición es el proceso de transmitir el sonido para que lo procese el oído interno. La amplificación es el proceso de hacer algo más fuerte o aumentar suamplitud. Cuando gritas, el sonido tiene una gran amplitud.

El oído interno está formado por la cóclea: una estructura llena de líquido que se parece a la concha de un caracol. Esta estructura toma las vibraciones creadas por el tímpano y las conduce hasta los huesecillos. A continuación, los huesecillos transmiten el sonido al nervio auditivo. La frecuencia está relacionada con el tono de un sonido (lo alto o bajo que es). Alguien con voz grave habla con una frecuencia baja, y alguien con voz aguda habla con una frecuencia alta.

Fg. 2 Anatomía del oído, pixabay.com

Los seis pasos del proceso auditivo

Ahora que conoces las distintas partes del oído, ¡estás preparado para aprender los seis pasos del proceso de audición!

1. El sonido viaja desde el entorno hasta el canal auditivo, haciendo vibrar la membrana timpánica (o el tímpano).
2. El tímpano vibra según la frecuencia y la amplitud de la onda sonora.
3. El sonido se transmite a los huesecillos, que son las estructuras óseas del oído medio.
4. Después de que las vibraciones sonoras se transmiten a través de las estructuras óseas, el líquido de la cóclea capta las vibraciones. Esto hace que las ondas sonoras se desplacen aún más hacia el interior del oído.
5. En el interior del oído, las vibraciones son captadas por pequeñas células ciliadas especializadas que recubren los canales semicirculares. La ubicación de cada una de las células ciliadas suele determinar qué tipo de sonido pueden detectar. Las células ciliadas de un extremo de la cóclea pueden captar sonidos de mayor frecuencia que las células ciliadas del otro extremo de la cóclea.
6. Las vibraciones llegan al nervio auditivo. El nervio capta la señal y la transmite al cerebro, donde es procesada y percibida.

Percepción y audición

Los que somos capaces de oír sonidos, podemos averiguar información sobre nuestro entorno mediante la percepción auditiva. El mero hecho de poder oír sonidos no basta para que les demos sentido. La percepción consiste en procesar la información que recibimos y sacar conclusiones basadas en esa información.

Después de que se produzca el proceso de audición, nuestro cerebro aún necesita decirnos lo que estamos oyendo. Las vibraciones transmitidas suben desde el nervio auditivo hasta el tronco encefálico para ser procesadas. ¡No podemos saber lo que oímos sin la capacidad de percepción de nuestro cerebro! El sonido viaja desde el tronco encefálico hasta el tálamo y, finalmente, hasta el lóbulo temporal del cerebro. El lóbulo temporal alberga la corteza auditiva.

Hay ciertas cosas que podemos averiguar sobre el sonido una vez que llega al cerebro. En primer lugar, tenemos la capacidad de averiguar de dónde procede el sonido. Solemos saber si un sonido viene de lejos, de cerca, por encima, por debajo o por detrás de nosotros. Esto nos ayuda a protegernos y nos da tiempo para reaccionar ante nuestro entorno.

También podemos concentrarnos y distinguir unos sonidos de otros. En un estadio concurrido, podemos mantener fácilmente una conversación con la persona sentada a nuestro lado, a pesar del ruido de fondo casi constante. En estas circunstancias, básicamente somos capaces de bloquear el ruido que no queremos oír y centrarnos sólo en el ruido que es importante para lo que estamos haciendo en ese momento.

Experimentos de audición en Psicología

A los psicólogos les gusta mucho estudiar la audición. Un experimento psicológico de audición que implicaba algo llamado tarea de escucha dicótica demostró la capacidad humana de prestar atención selectivamente a ciertos sonidos mientras se ignoran otros. Podemos ignorar los sonidos que nos llegan al oído derecho mientras prestamos atención a los sonidos que nos llegan al oído izquierdo. La tarea de escucha dicótica consiste en escuchar dos sonidos diferentes en ambos oídos y prestar atención sólo a uno.

Hay dos pruebas clínicas que los médicos utilizan para detectar la pérdida de audición. Se llaman prueba de Weber y prueba de Rinne. Ambas pruebas utilizan un diapasón vibratorio para averiguar qué tipo de pérdida auditiva padece la persona: conductiva o neurosensorial.

La prueba de Weber consiste en utilizar un diapasón y preguntar al paciente en qué lado oye más fuerte el sonido. El sonido se localizará en un oído concreto en pacientes con hipoacusia conductiva o neurosensorial. La ausencia de localización indica pérdida auditiva bilateral o ausencia de pérdida auditiva. La prueba de Rinne consiste en utilizar un diapasón y preguntar al paciente si el sonido persiste más de lo debido.

La audición es una parte importante de muchos experimentos psicológicos famosos. Desempeña un papel realmente importante en el estudio del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Los sonidos fuertes pueden desencadenar respuestas negativas en las personas que sufren TEPT. Además, ciertos trastornos psicóticos implican "oír" cosas que en realidad no existen. Los estudios sobre la audición han dado lugar a hallazgos muy interesantes.