Resiliencia

Definición de resiliencia

Nos gusta pensar que somos personas fuertes y capaces. Queremos sentirnos autosuficientes y con el control de nuestras vidas. A veces, sin embargo, surgen retos que nos demuestran que necesitamos la ayuda de otras personas. Nos sentimos atascados mental y emocionalmente. Lo difícil a lo que nos enfrentamos nos parece demasiado. ¿Por qué algunas personas pueden superar cosas difíciles mientras que otras se quedan completamente atascadas y abrumadas?

Las personas resilientes suelen mostrar optimismo, una disposición agradable y buenas habilidades sociales. Pueden parecer autosuficientes e independientes porque sienten que tienen un grado adecuado de control sobre sus vidas. Consideran las perturbaciones de la vida como retos que hay que superar, más que como algo que hay que evitar a toda costa. Su perspectiva optimista les ayuda a sacar lo mejor de las situaciones difíciles.

La resiliencia es importante para nuestro éxito general en la vida. Podemos tener una educación excelente y todas las oportunidades de éxito a nuestro alcance, pero ninguna de estas cosas importará si no podemos recuperarnos de nuestras luchas. Las dificultades pueden devastarnos y arruinar todos nuestros propósitos. La resiliencia se manifiesta de muchas maneras en nuestras vidas. Puede tener este aspecto

• Asumir nuevas responsabilidades en la vida

• Maniobrar a través de cambios en las relaciones

• Afrontar cambios importantes en la vida sin dejarse abrumar por el estrés

Resiliente, pixabay.com

Tipos y ejemplos de resiliencia

Hay muchos tipos diferentes de resiliencia, pero la mental y la emocional son los dos tipos más comunes. Ambos son importantes para nuestro bienestar general y nuestra felicidad en la vida.

Las personas con una fuerte resiliencia mental pueden cambiar de trabajo o de carrera sin consecuencias negativas significativas. Se incorporan a nuevas funciones, se aplican rápidamente y prosperan. Las personas con una gran resiliencia mental pueden tomar decisiones y atravesar cambios vitales sin sentirse completamente abrumadas o paralizadas.

Las personas con alta resiliencia emocional comprenden la atmósfera emocional en diversas situaciones sociales. Pueden mostrar respuestas emocionales adecuadas a una situación determinada. Suelen tener un fuerte sentido de sí mismos y una elevada autoconciencia.

Las personas con una gran resiliencia emocional tienden a ver los acontecimientos y la vida en general de forma positiva. Pueden ver más allá de su estado emocional actual. Saben que, aunque las cosas sean difíciles en este momento, pueden trabajar para mejorarlas. Las personas con una gran resiliencia emocional también suelen tener una gran inteligencia emocional.

Es importante señalar que la resiliencia emocional se ocupa específicamente de desarrollar las herramientas para manejar nuestras emociones. Nos ayuda a procesar eficazmente nuestras emociones, a comprender las emociones de los demás y a reaccionar adecuadamente ante las situaciones de la vida. La resiliencia mental trata de la capacidad de adaptarse a los cambios y retos de la vida.

Factores de la resiliencia

El locus de control es un factor importante de nuestra resiliencia.

Los individuos con un locus de control externo creen que las fuerzas externas tienen una influencia más significativa sobre su destino que ellos mismos. Piensan que, por mucho que se esfuercen, su éxito depende en última instancia de alguien o algo más, como el azar, su jefe o un profesor.

Las personas con un locus de control interno creen que tienen más control sobre su destino que las fuerzas externas. Creen que conseguirán un ascenso o una buena nota si trabajan duro. Sus esfuerzos importan, y siguen esforzándose al máximo incluso cuando las cosas son difíciles.

Nuestro locus de control influye en nuestra autopercepción y en nuestras acciones. Mike decide no estudiar, y se siente deprimido y derrotado. En cambio, Brian decide estudiar: se siente satisfecho con su trabajo y confiado en sus esfuerzos. Las personas con un locus de control interno tienden a ser más sanas, menos depresivas y más independientes. Si creemos que podemos influir en los resultados de nuestros esfuerzos, esta creencia influye en nuestras actitudes hacia las situaciones desafiantes o difíciles. Influye en nuestra resiliencia y en nuestras estrategias de afrontamiento.

Al igual que el locus de control,la autoeficacia es la sensación que tenemos de nuestra capacidad para realizar tareas de forma competente. Una alta autoeficacia predice un alto rendimiento. Los alumnos que confían en que lo harán bien en una clase tienen más probabilidades de obtener buenos resultados. Cuando creemos en nuestras capacidades, también aumenta la autoestima. Las personas con una autoeficacia elevada son más resilientes, menos ansiosas y más persistentes a la hora de superar los retos.

Fomentar la resiliencia

Puedes desarrollar y reforzar tu resiliencia emocional con el tiempo. Hay varias cosas que podemos hacer para ser más resilientes emocionalmente.

• Conectar con los demás - Establecer conexiones profundas con otras personas nos proporciona el ejercicio emocional necesario para comprenderlas en profundidad. Llegamos a conocer su mundo interior, lo que nos hace más reflexivos sobre el nuestro.

• Mantener la salud física - Un régimen dedicado de ejercicio y hábitos saludables de alimentación y sueño apoya nuestra vida de varias maneras. Nos da una sensación de satisfacción y aumenta nuestra confianza mediante un compromiso constante con nosotros mismos. Aumenta el bienestar mental y reduce la ansiedad, y puede ser especialmente útil durante y después de acontecimientos traumáticos.

• Conocerte a ti mismo - Dedicar tiempo a tus pensamientos y tomarte tiempo para reflexionar sobre los acontecimientos y tus reacciones emocionales ante ellos. Algunos lo consiguen mediante prácticas de atención plena, como la meditación, o practicando alguna forma de espiritualidad.

También podemos cultivar nuestra resiliencia mental. He aquí algunas cosas que podemos hacer para desarrollar y reforzar este tipo de resiliencia.

• Desarrollar una mentalidad positiva - No se trata de una actitud de "sólo buenas vibraciones". Significa decidir no llevar pensamientos negativos o pesimistas en nuestra mente a lo largo del día. Es importante sentir nuestras emociones, incluso las negativas, pero es igual de importante no quedarse atascado en ellas. Mantener las cosas en perspectiva y mantener una perspectiva esperanzadora es esencial para cultivar nuestra resiliencia mental.

• Descubre un propósito y céntrate en él: puede ser un propósito general en la vida o simplemente encontrar un propósito en todas las pequeñas tareas de nuestra vida. Esto nos ayuda a avanzar hacia nuestros objetivos y a sentirnos más dueños de nuestras vidas.

Trauma y resiliencia

Afrontar los cambios de la vida y las luchas emocionales es una oportunidad para que desarrollemos nuestra resiliencia. Al asumir intencionadamente los retos de la vida, mejoramos para afrontar futuros retos. Lo mismo puede ocurrir al experimentar acontecimientos traumáticos. A veces, cuando experimentamos un trauma importante, puede dar lugar a un crecimiento postraumático.

Las personas que han sufrido problemas de salud importantes por accidente o enfermedad suelen salir del otro lado de sus luchas como personas más resistentes. Sienten un aprecio más profundo por la vida, más gratitud y más compasión por los demás. A menudo encuentran un nuevo propósito o experimentan un compromiso renovado con la vida. Nuestro sufrimiento o nuestras dificultades pueden llevarnos a convertirnos en personas más sensibles y agradecidas.

La importancia de la resiliencia

Hemos mencionado que la resiliencia es nuestra capacidad para recuperarnos de las dificultades o de la devastación emocional. Sin embargo, la resiliencia puede desempeñar un papel en la prevención de ciertos trastornos mentales . En un estudio de Bonanno et al. (2007), los neoyorquinos que mostraron resiliencia tras los atentados del 11-S no desarrollaron trastorno de estrés postraumático ni trastornos depresivos.

La resiliencia podría incluso reforzar nuestro sistema inmunitario, aumentando nuestra salud física general. En un estudio de Mills y Dombeck (2004), los pacientes de cáncer con mayor resiliencia mental y emocional tenían sistemas inmunitarios más fuertes que los que eran menos resilientes.

La resiliencia también es importante para tu éxito general en la vida. Las personas más resilientes suelen ser más optimistas y divertidas. Pueden ser más carismáticos y extrovertidos. Esto puede convertirlos en candidatos más deseables para un trabajo o una oportunidad profesional.