Actitudes y Comportamiento

La diferencia entre actitud y comportamiento

En psicología social, las actitudes y los comportamientos se consideran relacionados entre sí. Sin embargo, es importante recordar que las actitudes y los comportamientos no son lo mismo. Las actitudes son sentimientos predispuestos hacia personas, lugares o cosas. Son diferentes de las creencias, pero las creencias pueden influir en nuestras actitudes. Los comport amientos son acciones en respuesta a estímulos. Esto incluye acciones observables, procesos mentales inobservables y procesos no conscientes.

Las funciones de las actitudes

Las actitudes nos ayudan a desenvolvernos en el mundo que nos rodea. Crecemos aprendiendo y absorbiendo las actitudes que tienen nuestros cuidadores, y empezamos a desarrollar nuestras propias actitudes sobre el mundo a medida que crecemos. Las funciones de las actitudes tienen que ver con el modo en que nuestras actitudes nos ayudan a dar sentido al mundo. Algunas de estas funciones son adquirir conocimientos, mantener la autoestima, mejorar lasinteracciones sociales y expresar los valores fundamentales.

Adquirir conocimientos

Es el papel que desempeñan las actitudes en nuestra capacidad para obtener e interpretar nueva información. Tus actitudes determinan cómo interpretas la nueva información que recibes sobre el mundo. Tener una actitud positiva hacia un personaje público puede llevarte a interpretar una noticia negativa sobre él en las noticias como causada por factores situacionales y no como un problema moral. Tu actitud positiva hacia esa persona determinará cómo interpretas la nueva información sobre ella.

Mantener la autoestima

Éste es el papel que desempeñan las actitudes en nuestra capacidad para mantener nuestra propia imagen y autoestima. A menudo esto se parece a mantener una alta estima por nuestros propios círculos sociales, porque nuestros círculos sociales se reflejan en nosotros.

Mejorar las interacciones sociales

Se trata del papel que desempeñan las actitudes en nuestra capacidad para mantener o mejorar las relaciones e interacciones sociales.

Puede consistir en mantener actitudes positivas o negativas hacia el estilo de un determinado grupo social o club. Las actitudes pueden referirse a la apariencia, la música, la comida u otras preferencias de grupo.

Expresión de valores fundamentales

Es el papel que desempeñan las actitudes en la forma en que expresamos nuestras creencias o valores fundamentales. Puede consistir en llevar símbolos religiosos o ropa de afiliación política debido a nuestras actitudes hacia los valores o creencias de ese grupo.

Losefectos de la actitud en el comportamiento

Las actitudes que mantenemos pueden influir en nuestros comportamientos de varias maneras. Una forma es mediante el cambio de actitud o la persuasión. Hay dos formas principales de procesar un mensaje persuasivo: el procesamiento de la ruta central o el procesamiento de la ruta periférica.

El procesamiento de la rutacentral se produce cuando alguien se encuentra con un argumento y considera detenidamente la lógica y la fuerza de los puntos clave del argumento. Cuando esto ocurre, se puede persuadir a alguien para que adopte una nueva actitud o cambie una antigua basándose en el mérito general del argumento. A veces, los jurados llegan a un veredicto en un caso judicial mediante el procesamiento de la ruta central si escuchan atentamente las dos partes del argumento y los puntos clave antes de decidir su actitud respecto al veredicto del caso. También tienen que separar los prejuicios y actitudes personales hacia el caso de su juicio sobre la culpabilidad o inocencia de una persona. Las actitudes hacia determinados comportamientos pueden influir en los veredictos de culpabilidad o inocencia.

Elprocesamiento de la ruta periférica es cuando alguien se deja persuadir por factores que no forman parte de los puntos clave de un argumento, como una apelación emocional o la persona que presenta el argumento. Los anuncios de televisión utilizan personajes famosos o personas y lugares hermosos para hacer que sus productos parezcan más atractivos. Puede que nos apetezca probar el producto debido a nuestra actitud hacia las personas y lugares del anuncio y no necesariamente porque el producto sea algo que realmente queramos o necesitemos.

No es sorprendente que las actitudes cambiadas por el procesamiento central de la ruta tiendan a durar más y a ser más significativas. Pero, ¿cómo influyen estas actitudes en nuestro comportamiento? La fuerza de la actitud es a veces un predictor del comportamiento. Cuanto más fuerte sea un sentimiento o una actitud, más probable es que repercuta en el comportamiento de una persona.

Normalmente, las personas se esfuerzan por mantener actitudes coherentes. Quienes creen que ciertos comportamientos son inmorales, también pueden sentir algo negativo hacia una película, un libro o un acontecimiento que represente ese comportamiento. Este deseo de mantener actitudes coherentes resulta problemático cuando nos encontramos manteniendo creencias y actitudes que son incoherentes. La disonancia cognitiva se produce cuando existen contradicciones en las actitudes y comportamientos de una persona. A pesar de desear mantener la coherencia, muchas personas experimentan comportamientos y actitudes contradictorios, lo que puede conducir a cambios de comportamiento o actitud para resolver la disonancia.

Otra forma en que las actitudes pueden influir en nuestra forma de comportarnos es a través delas expectativas de rol. Las expectativas de cómo deberíamos comportarnos en determinados escenarios pueden provocar un cambio en nuestras actitudes y comportamientos. Nos comportamos de forma diferente como estudiantes de secundaria que como estudiantes universitarios y como empleados de nivel inferior que como directivos debido a nuestras expectativas sobre cómo debemos comportarnos. Si nuestro papel en la vida no cambiara, no habría necesidad de cambiar nuestras actitudes hacia determinados comportamientos.

Aunque es fácil ver cómo las actitudes pueden influir en nuestros comportamientos, las actitudes no son un gran predictor del comportamiento. A menudo las personas se sienten de una manera y actúan de otra, o dicen que harán una cosa y luego hacen otra distinta. La gente suele mantener actitudes que no coinciden con sus comportamientos.

Ejemplos de cómo las actitudes conducen a los comportamientos

A lo largo de los años, los investigadores han realizado muchos estudios de investigación sobre actitudes y comportamientos. A continuación se presentan algunos estudios que ponen de relieve diferentes formas en que las actitudes conectan y se relacionan con nuestros comportamientos.

El estudio de Richard LaPiere

Richard LaPiere (1934) realizó uno de los primeros estudios sobre la relación entre actitudes y comportamiento. Su estudio exploró los prejuicios y la discriminación en EEUU en la década de 1930. LaPiere viajó a la costa oeste, donde la discriminación de los asiático-americanos era muy frecuente. Observó a los clientes de restaurantes y hoteles para identificar el maltrato de los clientes asiáticos. LaPiere sólo observó un caso de discriminación.

Más tarde llamó a los mismos establecimientos y preguntó qué opinaba cada uno de ellos sobre el trato a los clientes asiáticos. LaPiere descubrió que el 90% de los establecimientos tenían una actitud negativa hacia los clientes asiáticos, lo que contradecía sus observaciones. Aunque los métodos de LaPiere distaban mucho de ser infalibles y la discriminación es mucho más compleja de lo que su experimento tuvo en cuenta, su estudio es un ejemplo interesante de cómo la actitud no siempre predice con exactitud el comportamiento.

El estudio de Leon Festinger y James Carlsmith

En la década de 1950, Festinger y Carlsmith llevaron a cabo un estudio de investigación que exploraba el concepto de disonancia cognitiva. Pidieron a los participantes que realizaran una actividad aburrida y luego mintieran y dijeran al sujeto siguiente que se divertían. La siguiente persona era en realidad un confederado (una persona que está dentro del estudio). A algunos participantes les ofrecieron 1$ por mentir y a otros 20$ por mentir.

Los investigadores evaluaron la actitud de cada participante hacia la tarea. Los resultados mostraron que los participantes a los que se ofreció 1$ por mentir mantenían una actitud negativa hacia la tarea. En su mente, 1$ no era suficiente para justificar la mentira, lo que crearía una disonancia cognitiva entre sus actitudes y comportamientos. Los que recibieron 20 $ sintieron menos disonancia al mentir y una actitud más positiva hacia la mentira porque consideraban que la recompensa justificaba la mentira. Más dinero fue suficiente para cambiar la actitud de los participantes hacia la mentira, ¡y el cambio de actitud influyó en su experiencia de disonancia cognitiva!