Percepción de la Persona

La percepción de la persona en psicología social

Lateoría de la percepción de la persona en psicología social es el estudio de cómo categorizamos cognitivamente a las personas y sus comportamientos. La percepción de la persona puede ser difícil de explicar; es complicada e increíblemente subjetiva. Tus impresiones sobre otras personas pueden verse influidas por tu contexto o entorno, las características de la otra persona y tus propios atributos y experiencias.

Las percepciones de las personas suelen basarse en normas o estándares sociales. También pueden basarse en estereotipos o generalizaciones. Incluso con todos estos factores en juego, ¡sólo hace falta un momento para que tu mente se forme una percepción o interpretación de otra persona! ¿Por qué nuestra mente hace esto automáticamente? ¿Por qué categorizamos mentalmente a otras personas que conocemos basándonos en normas sociales o en nuestras experiencias pasadas?

Fig. 1 Estereotipos y suposiciones, pexels.com

Teoría de la percepción de la persona

Las percepciones son las que conforman nuestra forma de interactuar con el mundo y nuestra sociedad. ¿Por qué son importantes estas observaciones y suposiciones iniciales y automáticas? La teoría de la percepción de la persona explica por qué intentamos comprender el mundo que nos rodea clasificando automáticamente la información en categorías mentales. Podemos categorizar las percepciones de las personas para averiguar quién está ahí para ayudar y qué funciones desempeñan otras personas.

Algunas percepciones nos ayudan a mantenernos seguros. Quizá estés paseando por un barrio nuevo y te encuentres en lo que parece una zona mala de la ciudad. ¿Por qué llegas a esa conclusión? ¿Qué hay en esa zona que te dice que esa parte de la ciudad es menos segura que otras? ¿Qué decisiones tomas basándote en tu percepción inicial?

Hay algunos factores o principios que utilizamos para formar nuestras percepciones iniciales de otras personas. La categorización social, la teoría implícita de la personalidad y el atractivo físico son algunos de esos principios.

Categorización social

Lacategorización social es el proceso natural de clasificar mentalmente a las personas en grupos sociales. Tendemos a agrupar a las personas por su sexo o edad. Por desgracia, la categorización social puede tener repercusiones negativas, como los estereotipos de las personas basados en la raza, la etnia y la cultura.

Pero, ¿cuáles son algunos aspectos positivos de la categorización social? Si estás en una ciudad desconocida para ti y necesitas ayuda, puedes elegir a alguien que parezca un agente de policía basándote en lo que lleva puesto. Tu categoría mental de "agentes de policía" te será muy útil.

Teoría implícita de la personalidad

También nos basamos mentalmente en lo que suponemos que son comportamientos y características típicas de las personas. Esto se llama teoría implícita de la personalidad. Se trata de suposiciones sobre los demás basadas en sus comportamientos y personalidades. A menudo se asume implícitamente que comportamientos como ser ruidoso y enérgico están relacionados con la "falta de inteligencia".

¿Qué pasaría si conocieras a alguien extremadamente pequeño, delgado y callado? ¿Qué supondrías de esa persona?

Atractivo físico

El aspecto físico de una persona y el atractivo físico percibido también influyen en cómo percibimos a esa persona. ¿Por qué importa la apariencia? En la sociedad, las personas consideradas más atractivas suelen ser tratadas de forma diferente a las que tienen un aspecto pobre y destartalado. En un estudio, los investigadores descubrieron que tendemos a identificar a quienes padecen una enfermedad, una anomalía genética u otra deficiencia basándonos en las cualidades de la apariencia, sobre todo en las características faciales. Tendemos a sobregeneralizar estos atributos faciales y a hacer suposiciones sobre los individuos. Si conoces a alguien que tiene una nariz muy grande, ¿qué supones de esa persona?

Experimento de percepción de la persona

Hay muchas investigaciones que nos ayudan a comprender mejor cómo funciona la percepción de la persona y cómo afecta a determinadas situaciones y acontecimientos de nuestra vida. Un experimento analiza cómo influye la raza en nuestra percepción de las personas. Consistía en pedir a un grupo de mujeres caucásicas que describieran a su pareja ideal. A continuación, se les mostró un vídeo de dos equipos de baloncesto que se pasaban la pelota de un lado a otro. Los investigadores pidieron a las mujeres que contaran el número de pases realizados por uno de los equipos. A mitad del vídeo, un hombre entra en la cancha. El hombre era afroamericano o caucásico.

Los investigadores también seleccionaron participantes para un grupo de control a las que no preguntaron por su pareja romántica ideal y sólo les mostraron el vídeo. En el grupo de control, era más probable que las mujeres se fijaran en el jugador afroamericano que en el otro grupo de mujeres. Los investigadores lo atribuyeron al estereotipo de que los hombres afroamericanos dan miedo o son agresivos.

Algunas de las mujeres del otro grupo ni siquiera se fijaron en el jugador afroamericano. Su mente seguía procesando a su pareja romántica ideal, así que era más probable que se fijaran en el hombre caucásico que pasaba por la cancha. Los investigadores atribuyeron estas respuestas a la percepción social de las personas afroamericanas por parte de las personas caucásicas en contextos del mundo real.

Diferentes tipos de percepción de las personas

Observaciones y primeras impresiones son como los datos brutos que utilizamos para formar percepciones de otras personas. Fijarse en el aspecto de una persona forma parte de la fase de observación de la percepción. La ropa que lleva una persona, el color de su pelo y de su piel, e incluso cómo expresa sus emociones, pueden influir en nuestras percepciones iniciales.

Utilizando toda esta información, integramos esos datos con nuestras nociones preconcebidas de atributos favorables y desfavorables. Éstos están muy influidos por factores culturales y subjetivos. Podemos pensar que atributos como ser inteligente, alto o popular son positivos, y que ser bajo, grande o raro son negativos. Es como si hiciéramos una lista mental pro-contra de los atributos de la persona (¡tal como los percibimos, no necesariamente como son en realidad!) para ver qué lado supera al otro.

A menudo, si podemos pasar más tiempo con esa persona o adquirir más conocimientos sobre ella, podremos confirmar o cambiar nuestras ideas preconcebidas sobre ella. Sin embargo, la confirmación de nuestras ideas preconcebidas sobre una persona plantea un problema: en psicología social se denomina efecto primario. Significa que nuestras suposiciones iniciales tienden a quedarse con nosotros, aunque sepamos más cosas sobre la persona. Puede ser muy difícil cuestionar y cambiar las ideas preconcebidas sobre las personas, ¡sobre todo si las hemos tenido durante mucho tiempo!

Los neurocientíficos querían saber por qué ocurre esto a nivel biológico. Mediante la investigación, descubrieron que detectamos ciertos aspectos de una persona (como los rasgos faciales y la forma del cuerpo) utilizando áreas específicas del cerebro. Estas zonas se limitaban a los giros fusiformes y las cortezas occipitotemporales. Estas áreas cerebrales se centran específicamente en el procesamiento de atributos físicos.

¿Qué ocurre con los atributos personales, como los rasgos de personalidad? Cuando percibimos el carácter o la personalidad de una persona, distintas áreas del cerebro procesan esta información. Estas zonas son el córtex prefrontal medial, el precuneus, los polos temporales y la unión temporoparietal.

Fig. 2 Impresiones iniciales, pexels.com

Ejemplos de percepción de personas en Psicología

Nuestros numerosos atributos personales nos hacen tan únicos como los copos de nieve. Llamamos a la combinación única de nuestros atributos nuestra identidad como persona.

Las creencias que tú u otra persona tenéis son ejemplos de percepciones personales profundamente confirmadas o arraigadas. Estas creencias pueden ser de naturaleza religiosa, pero no tienen por qué serlo; también pueden ser creencias morales y éticas no vinculadas explícitamente a una religión.

Los rasgos de personalidad son una parte importante de nuestros atributos personales y de nuestra identidad. ¿Eres una persona tímida? ¿Ese amigo del colegio es muy ruidoso? ¿A tu hermano le gusta leer o jugar a videojuegos? ¿Y las apariencias? ¿Te harías amigo de alguien a quien le encanta teñirse el pelo de azul? ¿Qué pensarías de alguien con muchos tatuajes? ¡La forma en que percibimos a los demás y nos expresamos tiene mucho que ver con nuestros rasgos de personalidad!

Lo que nos hace únicos e interesantes también puede hacernos parecer extraños e inaccesibles a los demás. Nuestras propias percepciones de otras personas también pueden conformar la forma en que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos comportamos luego en sociedad. ¡Así es como el concepto de percepción de la persona en psicología social influye en cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los demás!